El mundo del gaming competitivo está plagado de curiosas
criaturas, y no hablo de Blanka ni de los Helghast, sino de la diversidad
de estilos de juego. Me refiero a que cada uno tiene sus ventajas y sus
debilidades, y si bien no es una verdad universal, estos son algunos de los
personajes que encontrarás en tu camino por el arduo sendero al éxito, dentro
de las batallas en los videojuegos.
La serpiente
Esta especie se queda en su lugar a la espera de
que la presa se acerque. Cuando se encuentra a su alcance, la ataca con un
movimiento tan rápido, que prácticamente de manera invisible inyecta su veneno
y regresa a su posición original mientras para observar la lenta y dolorosa muerte de
su botín. En los videojuegos a estos curiosos personajes se les conoce como campers
(campeadores) o cobardes para algunos; en los títulos de peleas, permanecen en
su rincón pero en guardia, al acecho, hasta que te acercas. Cuando obtienen la
menor ventaja, su estilo se limita a defenderse y a esperar a que pierdas a
causa del tiempo o a que te acerques una vez más y así tener otra oportunidad
para atacarte. En los FPS suelen usar rifles de largo alcance desde la
comodidad de su nido, que rara vez abandonan.
Siempre verás algunas de ellas en las semifinales o
cuartos de final en un torneo. Son la viva imagen de jugar para ganar pero no
para divertirse; para la mayoría de sus oponentes la partida resulta aburrida e
incluso frustrante, pero es esa misma su debilidad. Si su oponente logra sacarlas de su rincón donde se sienten cómodas, se desesperan y empiezan a cometer errores,
lo que las hace débiles contra los Mosquitos, pero muy fuertes contra los Osos.
Este tipo de jugadores generalmente juegan para ganar y dejan de lado la
diversión como algo secundario.
El mosquito
No existe algo más molesto que los mosquitos, su
táctica generalmente es repetir la misma rutina una y otra vez sin cesar;
puedes escucharlos venir e incluso divisarlos, pero no parece que puedas
contraatacar, pues tus golpes aparentemente no llegan a ningún lado, ya que los mosquitos se apartan en el último segundo. Su versión videojugadora tiende a
limitarse a lanzar Hadoukens durante
99 segundos en cada round. El arma principal no es el ataque mismo, sino
la frustración y desconcentración que provocan en el enemigo, que termina por
embestirlo de cualquier manera posible. Sin embargo, la verdadera manera de
dañarlo es conocer sus estrategias.
Generalmente no llegan muy lejos en torneos, a
menos que cuenten con un dominio muy amplio del juego. Por el hecho de que jugará contra
otras personas que conocen su única técnica, cuando se expone su punto débil el
rival lo aprovecha al máximo y el glorioso enfrentamiento se convierte en una
masacre, lo que da como resultado un mosquito aplastado. Esto los hace
débiles frente a los de su misma especie y frente algunos osos, pero fuertes contra
toda clase de jugador inexperto. Hay quien puede divertirse con esta monotonía, pero podría llegar a aburrirse pronto o cambiar el estilo rápidamente.
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