A pocas semanas del evento más importante en la industria de los videojuegos, es posible afirmar 2 cosas: una, que el dominio de Sony en el mercado de consolas de sobremesa es en estos momentos completo, y 2, que los videojuegos formarán una parte indispensable en la reestructuración de dicha compañía ante las dificultades económicas que ha experimentado durante la década pasada. En muchos sentidos, la apuesta del actual presidente, Kaz Hirai, que subió a la cima gracias a los videojuegos desde sus orígenes en Sony Computer Entertainment, ha rendido frutos. La filosofía de Hirai, que siempre contempló al videojuego como una plataforma multimedia que sería el puente o enlace entre todos los demás medios de la compañía (cine, música) ha llevado a Sony al punto en el que está hoy. Sin embargo, lo más importante sigue siendo una incógnita: ¿qué nos tiene preparado Sony para el futuro de los videojuegos? ¿Adónde nos llevará este gigante ahora que ha recobrado su posición de líder de la industria?
Cómo los videojuegos están salvando a Sony
Tras una década de pérdidas continuas en sus negocios de televisores, smartphones y PC, Sony anunció hace un mes las primeras proyecciones positivas para 2016 que podrían significar el punto de inflexión más importante en la historia reciente de la compañía. Y PlayStation ocupa un lugar de no poca importancia en este proceso de regeneración: "Sony está construyendo su negocio actual sobre su operación de PlayStation", afirma el sitio de tecnología C-Net.
Curiosamente, PlayStation es una especie de puente entre los negocios de la compañía, que pueden dividirse entre dispositivos (smartphones), contenido (música, cine) y servicios (finanzas, seguros, salud). Desde sus orígenes, PlayStation fue el proyecto más diverso de este gigante multimedios, pues los videojuegos son una industria multifacética que comprende el hardware como dispositivo, el software como contenido y, hoy en día, al videojuego como servicio (suscripciones a PS Plus y los planes para streaming de juegos). Por tanto, es posible afirmar que el videojuego es una especie de medio total y una punta de lanza mediante la cual Sony puede hacer sentir su presencia en múltiples niveles de una manera en que sólo fue posible a través de sus productos más icónicos como el Walkman de los años 90.
La situación actual de Sony deriva de la filosofía de su presidente, Kaz Hirai. Como miembro de Sony Computer Entertainment, Hirai estuvo a cargo del que quizá fue el negocio más fuerte de la compañía durante su época dorada de fines de los 90. A diferencia de fabricantes dedicados como Nintendo o SEGA, Sony siempre tuvo una visión multifacética del videojuego como el elemento central de la sala de estar, un puente entre diversos contenidos y medios. Esto es natural: el videojuego es el medio que contiene a todos los demás, tanto a la imagen (cine), al sonido (música) como a una dimensión extra, la interactividad, que lo colocan como vanguardia del entretenimiento de hoy. Dicha visión es la que dio a la compañía un arrasador éxito pero también atrajo la competencia de quienes veían claramente que el videojuego era un caballo de Troya de la futura expansión de Sony en la llamada "batalla por la sala de estar".
En muchos sentidos, Sony prepara su resurrección: una nueva estructura corporativa concentrada sólo en las áreas más eficaces, que pueda contrarrestar los efectos de la feroz competencia que fue resultado de su excesiva expansión. Por ahora, las pérdidas siguen, pero PlayStation 4, que ha vendido 20 millones de unidades, poco más del doble de su competidor más cercano, Xbox One, es una excelente plataforma no sólo para consolidar la presencia de Sony en el mundo de los dispositivos contemporáneos, sino para vender servicios y contenido, áreas en las que las ganancias son naturalmente más altas que en la venta de hardware.
En el área de servicios, Sony cuenta con 2 cabezas de lanza: PlayStation Plus, el servicio de suscripción con juegos en línea, ofertas y títulos gratuitos que resulta indispensable y atractivo para gran parte de los usuarios de la consola, y PlayStation Now, los primeros pasos para la generalización del streaming en el mundo de los videojuegos de consola. Aunque su difusión es por el momento limitada, estamos seguros de que PlayStation Now será la base no sólo de la transmisión de videojuegos en sistemas como PS4, PS3, PS TV, PS Vita y televisores Sony, sino, eventualmente, del servicio de streaming generalizado para toda clase de títulos mediante unidades centrales y nube, intentando cerrar la brecha del hardware.
Sin embargo, al robusto panorama de la compañía se une un problema: la falta actual de contenido. Aunque títulos como Bloodborne, los multiplataforma next-gen y diversas remasterizaciones han intentado llenar la oferta de juegos, Sony mismo ha admitido que su alineación first-party de este año es escasa y que 2015 es más bien un período de "cultivo", mientras que 2016 será la época de cosecha. Por lo tanto, el presente E3 será crucial para que la compañía obtenga la confianza de sus usuarios; el campo está preparado y es hora de llenar dicho espacio con aquello que representa las más altas ganancias en el negocio del videojuego: la venta de software.
Qué tiene preparado Sony para el futuro de los videojuegos
Este E3 será crucial para Sony en todos los aspectos. En cuanto a software, sin duda quien se llevará la corona será el aguardado UNCHARTED 4: A Thief's End, que tanto por su ambiciosa propuesta como por el legendario estudio que la respalda (Naughty Dog, por supuesto) será el título insignia de Sony el próximo año, y se espera que sea lanzado antes del fin del presente año fiscal (o sea, hacia marzo de 2016). Después del pasado demo en la PlayStation Experience, esperamos que UNCHARTED 4 por primera vez pueda estar en nuestras manos como demo jugable o al menos que se presenten más características de su proyectado mundo abierto.
God of War es una de las propiedades más exitosas e icónicas de Sony, y muchos fanáticos coinciden en que, remasterizaciones y ports aparte, se le ha dejado en estado durmiente durante demasiado tiempo. Es obvio que un nuevo God of War sería perfecto no sólo para presumir las capacidades del PS4 sino para consolidar su librería exclusiva, y ahora muchos rumoran que la saga podría saltar a nuevas mitologías, incluyendo los dioses nórdicos. ¿Será? No lo sabemos, pero parece un movimiento lógico por parte de Sony y Santa Monica Studios.
No Man's Sky ofrece el curioso caso de una propuesta third-party y técnicamente no exclusiva (también saldrá en PC) que Sony ha decidido apadrinar como si fuera suya. Y no es para menos: se trata de uno de los títulos más prometedores en el ramo de juegos proceduralmente generados, con decenas de miles de mundos y galaxias a disposición del jugador. ¿Acaso es la respuesta de Sony a la compra de Minecraft por parte de Microsoft? Por el momento, No Man's Sky es uno de los juegos más fuertes de la next-gen y también será insignia de Sony en el futuro inmediato.
Por último, siguen las escasas pero no por ello menos importantes esperanzas por The Last Guardian, juego que parece haber sufrido una maldición desde su revelación antes de tiempo en 2009. Para muchos, Fumito Ueda y su filosofía como diseñador parecen un lejano y nebuloso recuerdo, pero ninguno de los veteranos podrá negar que sus obras maestras como Ico o Shadow of the Colossus son quizás los títulos first-party más importantes producidos por Sony. Por ahora, la única esperanza de que el proyecto sigue con vida fue la declaración de febrero pasado en la que, después de que la marca fuera abandonada durante poco tiempo, Sony revivió el registro del juego y aseguró que continúa en desarrollo.
Además del software de alto perfil, Sony guarda una importante sorpresa bajo la manga en términos de hardware: Morpheus. El próximo año será el año de la realidad virtual: Oculus, HTC Vive y Gear VR entrarán en una competencia futurista por la industria que no se había visto desde el fallido boom de estas tecnologías durante los 90. Morpheus es uno de los competidores más fuertes en este contexto gracias a que al menos ya ha vendido 20 millones de unidades del hardware base, mientras que Oculus y demás han tenido que anunciar exagerados specs de gama alta para sus propuestas. Es previsible que Morpheus, aunque quizás no gane el mercado, se coloque como una oferta cómoda e impresionantemente funcional para el consumidor final, lo que le aseguraría ser una de las bases para el desarrollo de software explícitamente hecho para VR.
En cuanto a hardware más convencional, parece poco lo que Sony puede hacer además de seguir con la fuerte tracción del PS4. El PS Vita ha pasado a ser (de manera involuntaria, claro) consola legado en Occidente, es decir, una plataforma "obsoleta" con un apoyo muy disminuido. Por supuesto, Andrew House corrigió dichas declaraciones y aclaró que no se refieren a los modelos actuales de PS Vita, pero en el futuro previsible la poderosa portátil quedará cada vez más acotada al mercado japonés, donde su desempeño es bueno y su oferta de software, muy robusta.
Conclusión: el futuro de un titán
Tras décadas de incertidumbre, Sony vive hoy más que nunca una gran verdad: por su versatilidad y carácter de vanguardia tecnológica, los videojuegos son una especie de "medio total" que vincula todas las facetas de sus operaciones. Los juegos son también su apuesta más exitosa y la base de un futuro de éxito renovado para la compañía. Sin embargo, este futuro no es sencillo. Necesita estar acompañado de una oferta de software fuerte y continuada, además de apuntalarse mediante un ecosistema de servicios (exitoso) y puentes tendidos hacia el futuro en cuestión de hardware, como la realidad virtual (incierta hasta ahora).
Sony es de nuevo el líder de la industria
Justamente hoy encontramos el momento crucial para la filosofía industrial de Kaz Hirai como futuro del videojuego: ¿Sony logrará consolidar su operación y relanzarse o tendrá que ceder lugar a una visión más tradicional de su competencia? A diferencia de Microsoft o Nintendo, Sony tiene el privilegio de ser una compañía de avanzada en diferentes contenidos como cine y música, pero la apuesta de los videojuegos siempre ha sido difícil, y en cierto modo verlos como un medio dedicado y no como una plataforma múltiple ha sido también válido y económicamente exitoso. ¿Qué pasará? En este E3 no sólo se confrontan compañías sino tradiciones de diseño y visiones de la industria completamente diferentes.
En todo sentido, el E3 2015 nos mostrará a Sony en la encrucijada: ¿cumplirá su promesa de revelarnos los asombrosos frutos de la 'cosecha' de 2016, o se dormirán en los laureles de su innegable y avasallador éxito? No lo sabemos, pero hay una verdad en todo esto: en el negocio del videojuego, el contenido es rey. Ahora que Sony es de nuevo el líder de la industria, todos nuestros ojos estarán muy atentos: éste es el momento para consolidar su victoria o para diferirla más y más, con el riesgo que dicha actitud implica. No hay vuelta atrás.
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