No creas el hype: el caso Ubisoft

De Assasin’s Creed hasta WATCH_DOGS 2, la estrategia de la decepción


La canción ‘Don’t believe the hype’ de la banda norteamericana Public Enemy denuncia, entre otras cosas, las esperanzas que depositamos en la expectativa alrededor de los políticos, las marcas y las empresas. En el caso de la industria de los videojuegos, una compañía se ha convertido en enemigo público de los gamers desde hace tiempo, especialmente debido a que sus prácticas se encargan de generar un hype exagerado en el momento de presentar sus títulos pero que a menudo decepcionan a miles porque no cumplen las expectativas. Estamos hablando de la desarrolladora francesa Ubisoft.

Aunque no cabe duda de que a lo largo de los años Ubisoft se ha anotado éxitos con franquicias como Tom Clancy’s Rainbow Six, Splinter Cell o Rayman, es imposible negar que desde hace un rato su estrategia de desarrollo parece estar muy ligada a lo que determine su departamento de marketing.

LA ESTAFA DEL HYPE

Ejemplos hay varios, pero tal vez el caso más conocido sea el de WATCH_DOGS, que después de maravillar al mundo con su presentación en el E3 2012, fue retrasado muchas veces y cuando por fin salió a la venta en 2014, se veía y sentía muy distinto a lo que se había mostrado en un principio. Gráficamente, el juego era muy inferior a los demos y el mundo abierto en el que se desarrollaba —que pretendía utilizar el hackeo y los adelantos tecnológicos como un arma devastadora a nuestro favor— se convirtió simplemente en una novedad simplificada, que quizá se veía interesante por momentos, pero que era opacada por la sensación de estar jugando otro sandbox genérico donde un nerd de la información debía escapar del peligro batiendo a todos a balazos en un vehículo deportivo. El juego que, durante un breve instante aspiró a destronar a GTA, fue decepcionante.

Asegurar las codiciadas preventas

Se dice usualmente que no existe algo como la mala publicidad pero en la industria de los videojuegos pareciera que el concepto puede aplicarse de forma un tanto distinta. En el caso de Ubisoft, la manera de introducir nuevas propiedades intelectuales en el mercado parece haberse convertido en una técnica cruel en contra de los consumidores por tratar de desviar la mirada de posibles bugs y glitches en la versión final hacia un trailer de estreno que pueda apantallar en un inicio y asegurar las codiciadas preventas para el título, años antes de que éste vea la luz.

La calificación promedio de <em>Assassin's Creed</em> con el paso del tiempo
La calificación promedio de Assassin's Creed con el paso del tiempo

Por suerte, los consumidores han aprendido a través del escarmiento de comprar entregas con un control de calidad mediocre y cada vez son más exigentes en el momento de demandar menos hype y más calidad. Nadie podrá olvidar el fiasco que fue Assasin’s Creed Unity hace unos años: el parche de lanzamiento, al que no tuvo acceso la prensa antes de reseñar el juego, arruinó la experiencia al llenarla de bugs ridículos. Como consecuencia, el CEO de Ubisoft Montreal Yannis Mallat, tuvo que asumir la responsabilidad del desastre y enviar disculpas a la comunidad una vez que hubo forma de lanzar un parche que acabara con la mayoría de estos errores totalmente injustificables para una compañía del tamaño de Ubisoft. Sin embargo, el daño estaba hecho.

Los bugs en Assasin's Creed Unity
Los bugs en Assasin's Creed Unity

UNA PRÁCTICA AÑEJA

Aunque Assasin’s Creed es una franquicia que ha tenido el sello de la casa desde su entrega inicial, cuando fue lanzada la primera secuela la compañía intentó mejorar el gameplay y la historia con los que habían asombrado antes del lanzamiento del primer título. Esto permitió dar un nuevo aire la entrega, que calló momentáneamente a las críticas, aseguró niveles de venta respetables y con eso garantizó su futuro como franquicia. Pero a raíz del éxito obtenido, Ubisoft implementó un plan de acción agresivo con entregas prácticamente anuales que decrecieron en calidad y gastaron la fórmula hasta el punto de que la compañía decidió darle un necesario respiro.

También tenemos el caso del downgrade de Tom Clancy's The Division, cuyo trailer inicial prometió una calidad visual impresionante; sin embargo, el producto final lució muy distinto. La respuesta de la comunidad de jugadores fue similar a la de WATCH_DOGS, aunque no tan enérgica porque el juego compensó con otras fortalezas. Aunque The Division rompió récords de ventas en sus primeras 24 horas, una vez que los gamers realmente pudieron probarlo, perdió alrededor de 94% de sus jugadores en apenas 3 meses. A partir de entonces, la desarrolladora ha intentado poco a poco, resolver los problemas que aquejan al juego, y los gamers han regresado paulatinamente para darle otra oportunidad; sin embargo, el título sigue sin alcanzar lo que prometió desde un principio.

RESPETO A LOS GAMERS

¿Pero cómo ha respondido el mercado frente la estrategia de Ubisoft? Por desgracia, los números de preventas continúan demostrando que funciona. Aunque la cifras no han sido estratosféricas, el mismo CEO de Ubisoft, admitió en una reciente charla con inversionistas que no se preocupa, ya que continúa habiendo gente interesada en adquirir el juego en preventa (aunque tampoco se atrevió a revelar los números).

Con la salida de WATCH_DOGS 2 a la vuelta de la esquina, la incertidumbre no se ha hecho esperar. Después de todo, aunque las imágenes del gameplay y las cinemáticas han dejado un buen sabor de boca, la opinión ha sido reservada. Aún no se sabe qué será en verdad lo que ofrecerán con la secuela que pretende convertirse en todo lo que la entrega original pretendió.

Ubisoft debería aprender de sus errores del pasado y comenzar a escuchar a sus fans para corregir el problema de fondo. No se trata simplemente de tapar el sol con un dedo o de usar millones de dólares en marketing para disfrazar entregas a medio acabar como juegos AAA súper revolucionarios.

Quizá la cada vez más común estrategia que consiste en delegar la labor de diseño y programación a distintas filiales del estudio en el mundo —como lo reveló un exdiseñador de la empresa hace poco— no sea la más confiable. Tal vez sea efectivo en términos de costos de desarrollo y tiempos de entregas, pero claramente genera problemas graves de control de calidad.

Genera problemas graves de control de calidad

Sin duda, este tipo de prácticas engañosas no son exclusivas de Ubisoft dentro de la industria: la controversia generada recientemente por el lanzamiento de No Man’s Sky de Hello Games nos dejó muy claro que, sin importar tu reputación, no debes de jugar con el hype si no estás listo para enfrentar las fatales consecuencias de no entregar lo que prometiste.

Las compañías en general, y Ubisoft en particular, deben enfocarse menos en los números de las preventas disfrazando a sus títulos de algo que definitivamente jamás serán. Tarde o temprano la verdad sale a luz y el nivel de tolerancia parece cada vez menor por parte los gamers.

¿TODAVÍA HAY ESPERANZA?

Aún queda ver si Ubisoft aprendió la lección tras el downgrade general que resultó ser el primer WATCH_DOGS. Nos preguntamos si defraudar a miles de fans con expectativas incumplibles es una estrategia que genera más ganancias que desarrollar títulos que puedan construir una base de fans a través de calidad. ¿Será WATCH_DOGS 2 el cambio hacia un nuevo camino o más de lo mismo en la macabra ruta de la eterna decepción? Estamos a unos cuantos días de poder averiguarlo. ¿Tú que piensas?

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