Después de 7 años de compartir experiencias increíbles, el PlayStation 4 y el Xbox One recibieron sus relevos. El PlayStation 5 y el Xbox Series X|S hicieron su estreno oficial en noviembre, lo que marcó el banderazo de una nueva generación para la que nada está escrito.
Podemos decir que estas queridas compañeras de gaming son hardware de generación pasada. Pensamos que fue un momento para ver cuáles fueron sus mejores juegos. Y sí, es cierto. Las consolas de octava generación todavía tienen un buen rato de vida. Es un hecho que próximamente recibirán juegos que prometen mucho como Horizon: Forbidden West o Halo Infinite. Dicho esto, consideramos que el estreno de las nuevas consolas fue un pretexto perfecto para dar un vistazo hacia atrás y repasar todo lo que nos dejaron estos años del gaming.
Antes de continuar queremos dejar claro que la lista está hecha según el criterio del equipo editorial de LEVEL UP. Cada uno tuvo una cantidad establecida de votos a asignar y a partir de eso hicimos la lista y la organizamos. También hay que señalar que dejamos fuera a Nintendo Switch y Nintendo Wii U por una buena razón: si bien ambas consolas tienen juegos fantásticos, ahora nos estamos concentrando en despedir al Xbox One y PlayStation 4. En su momento haremos una lista dedicada a Nintendo.
10 — Divinity Original Sin II
Divinity Original Sin II es uno de los mejores tributos a los CRPG de antaño, pero su alcance es mucho más ambicioso. El título representa sobre todo uno de los pasos más importante que ha dado el género durante las últimas décadas.
Jugar el título de Larian Studios es entrar a un mundo lleno de posibilidades y libertad, donde en cada rincón hay aventuras o detalles inesperados por descubrir. Divinity Original Sin II es una experiencia única que se esfuerza y logra romper de manera continua algunas convenciones del género y del modelo “ideal” o clásico de lo que un CRPG debería ser.
Divinity Original Sin II brinda una flexibilidad que pocos títulos pueden presumir, al grado que otros juegos de rol pueden parecer experiencias llenas de limitantes si se les compara con la secuela de Larian Studios. Uno de los atractivos del juego es descubrir todas las posibilidades de sus mecánicas, mientras se disfruta un rico lore y una narrativa que no para de mejorar.
A esto hay que sumar que Divinity Original Sin II conserva lo mejor del género, recuperando elementos de Baldur’s Gate, Planescape: Torment y Neverwinter Nights por mencionar algunos. El gran logro de Larian Studios es que llevó todo eso más allá con una clara intención de proponer e innovar.
El conjunto de todo lo anterior hace que Divinity Original Sin II sea uno de los mejores juegos de rol de la generación y un heredero digno de las joyas del pasado.
9 — Resident Evil 2
Sin duda, uno de los remakes más esperados ha sido el de Resident Evil 2. Surgido en medio del fervor por el regreso de una entrega que hizo historia en 1998 y la tenacidad de una comunidad que comenzaba a dar rienda suelta a su creatividad con las herramientas que tenía a la mano, el remake de uno de los grandes exponentes del Survival Horror fue grande desde que se confirmó su desarrollo en el ahora lejano 2015 con aquella famosa frase "We Do It".
A partir de ese momento, tuvieron que pasar 4 largos años que sirvieron para que la franquicia encontrara un rumbo que dejaba atrás esta etapa de acción para probar nuevas cosas y al mismo tiempo dar un vistazo al pasado. De ahí que el remake de Resident Evil 2 capturara la esencia de la pesadilla zombie de Raccoon City y la llevara a 2019 logrando plasmar ese entorno desolador, devastado, caótico y tenebroso que si bien existía de forma abstracta en el juego de 1998, sí lo hacía en todo su esplendor en nuestra imaginación y en nuestras emociones.
Como debe suceder con un remake bien hecho, el de Resident Evil 2 evoca las emociones del pasado y al mismo tiempo potencia esa tensión y miedo que creíamos perdido. El equipo de desarrollo pulió y actualizó aquello susceptible a recibir ese tratamiento y en ningún momento perdió la conexión con una obra que lo saluda 21 años atrás en el tiempo. Por irónico que se lea, el segundo capítulo de la pesadilla zombie de Raccoon City fue grandiosa en 1998 y lo es en la actualidad, logro suficiente que fue reconocido por la crítica, los jugadores y el mercado y teniendo esos 3 elementos a favor, no hay más que decir que el remake de Resident Evil 2 es uno de los mejores juegos de esta generación.
8 — The Witcher: Wild Hunt
La naturaleza de los juegos de rol nos da las herramientas para construir experiencias distintas como consecuencia de las decisiones de un jugador. En materia de videojuegos no hay mejor representante para transmitir esta sensación que The Witcher: Wild Hunt. Este juego desarrollado por CD Projekt RED se inspira en los mundos fantásticos descritos en los libros de Andrzej Sapkowki y absorbe los mejores elementos de CRPG para manifestarse como una de las mejores experiencias de mundo abierto hasta la fecha.
Su historia no lineal y sistema de batalla táctico nos invitan a seguir la misión de Geralt de Rivia en un mundo enorme lleno de magia, criaturas feroces y mucho que hacer. Aunque nuestro ideal es encontrar y proteger a Ciri de la cacería salvaje, es difícil ignorar las misiones secundarias que aportan tanto a la experiencia de juego. Al ser una historia no lineal, podremos recorrer los reinos del norte a nuestro antojo y comprobar por nosotros mismos las consecuencias de nuestras decisiones.
The Witcher: Wild Hunt ha envejecido bien desde su lanzamiento en 2015. Su atención a los detalles y la posibilidad de cambiar el rumbo de la trama principal mientras interactuamos con NPC y creamos vínculos con otros personajes, aseguran que el juego se expanda para fortuna del jugador. Una pieza de la historia de los videojuegos que no ha perdido brillo y vale la pena recordar antes de dar paso a la nueva generación.
7 — Cuphead
La innovación en la industria muchas veces va de la mano de los títulos independientes. Desarrollar un videojuego y entrar al negocio es una tarea titánica, sobre todo para los estudios pequeños. A pesar de esto, StudioMDHR decidió entrar por la puerta grande y dar su primer paso con Cuphead.
La historia de los hermanos Chad y Jared Moldenhauer es más que conocida: amantes de las caricaturas clásicas, decidieron hacer un videojuego que replicará esa estética tan peculiar. Debido a limitantes económicas, hipotecaron sus casas para hacer posible su sueño. Los creativos tiraron la moneda al aire y al final nos entregaron uno de los mejores juegos independientes de la generación. Cuphead no solo innova a nivel artístico, donde entrega una experiencia incomparable, pues también es uno de los plataformeros más desafiantes de los últimos años.
El indie recordó a los jugadores y a los desarrolladores lo importante que es la dificultad. Sus combates con jefes son el elemento que lo corona y lo convierte incluso en una experiencia catártica. Sus batallas son una fuente de diversión y retos por superar, pero también se pueden convertir en la cuna de una gran frustración. Al final, todo se reduce a la atención y las habilidades del jugador, y eso hace que el título sea atractivo.
Por otro lado, Cuphead creó un mundo lleno de personajes carismáticos e inolvidables. La popularidad del juego aumentó de manera meteórica y hoy es todo un referente tanto dentro como fuera de la industria. Además de su estilo visual y sus mecánicas, Cuphead se complementa con una excelente banda sonora y una atención al detalle que sorprende en cada partida. Todo esto en conjunto hace que el indie de StudioMDHR sea uno de los reyes indiscutibles de la generación.
6 — Sekiro: Shadows Die Twice
FromSoftware es una compañía que ha sido constante y al mismo tiempo, ha tenido una evolución clara en la creación de nuevas propuestas. Mucho de su camino evolutivo se debe a la dirección creativa de Hidetaka Miyazaki, uno de los directores de videojuegos más importantes de los últimos tiempos. Su estilo y forma de construir un juego se ha definido desde la saga Souls y previamente con Armored Core, sin embargo, su mente nos ha regalado joyas que se separan de su trabajo reconocido. Uno de esos juegos que sobresalen por su concepto y calidad es sin duda Sekiro: Shadows Die Twice. Dicho título explora el folclor y la mitología del Japón feudal de una forma dinámica y mortal.
La historia del lobo manco nos remite a una lucha de honor con todo lo que ser un shinobi representa. En esta aventura, nos enfrentaremos a todo tipo de criaturas sacadas directamente de las leyendas del sol naciente en las que tendremos que aprovechar las habilidades de Sekiro para salir vivo. Y es que, como ya es tradición en los juegos de Miyazaki, la dificultad puede ser una delicia para quienes disfrutan los grandes retos pero también motivo de lágrimas después de morir cientos de veces.
En conjunto, Sekiro: Shadows Die Twice es una maravilla técnica que se manifiesta con destreza y no le pide nada a otros juegos de su autor. Al contrario, ofrece un panorama distinto y con acción más acelerada pero fundamentalmente, nos introduce a una odisea con una atmósfera oscura y retadora que se quedará marcada en nuestra memoria.
5 — Final Fantasy VII Remake
Irrefutablemente, Final Fantasy VII es uno de los mejores títulos de todos los tiempos, razón por la cual el anuncio de Final Fantasy VII Remake elevó mucho la expectativa de los fans de la serie. Sin embargo, había detalles que hicieron dudar sobre la capacidad de Square Enix de entregar un remake que estuviera a la altura del juego original, en especial porque uno de los cambios era dividir la experiencia en partes que tendrían lanzamientos por separado.
Pese a esta incertidumbre, el equipo creativo liderado por el director del juego original, que fungiría como productor de este nuevo proyecto, Yoshinori Kitase, logró capturar aquello que no debe modificarse e identificar los elementos que se pueden mejorar para así trabajar en una nueva propuesta atractiva, que es el objetivo principal de todo buen remake.
Como consecuencia, Final Fantasy VII Remake no sólo se valió de modelos más definidos para representar de una mejor manera la rudeza de Barret o brindar más delicadeza a Aerith, Tifa o Jessie al sustituir los otrora polígonos con sutiles curvas, que hizo ver a los personajes hermosos como nunca antes, sino que además se tomaron riesgos en el proyecto, como dejar atrás el sistema por turnos y reemplazarlo por un combate en tiempo real, que, lejos de quedar a deber, fue bien implementado y sirvió para apelar a más público que quizá no era muy afín a los RPG por turnos.
Al final, Square Enix justificó ampliamente la decisión creativa que tomó al representar sólo una sección del juego original, pues le dio la oportunidad de sumergirse profundamente en la historia y expandir elementos de ella que no se pudieron tocar debido a varias limitaciones, inyectándole así más carácter a los personajes y más vida a Midgar. ¿Que si el modelo de lanzamiento por partes prolonga la duración del juego original? Qué más da si todas tienen la misma calidad que la primera parte.
4 — Red Dead Redemption 2
Ofrecer libertad en los mundos virtuales es una de las metas que muchos desarrolladores han buscado a lo largo de la evolución del entretenimiento interactivo. Ejemplos hay muchos, pero nadie ha alcanzado el nivel de calidad de Rockstar Games al momento de crear juegos con un nivel de producción cinematográfico y mundos enormes que además, sumergen al jugador en una historia única.
Y aunque su mayor representante y tambiénuno de los juegos más exitosos de la historia es Grand Theft Auto V, debemos decir que Red Dead Redemption 2 supera con creces la atmósfera de libre albedrió y construcción orgánica en su mundo. Red Dead Redemption 2 va más allá de ser un paseo hacia el horizonte en busca de aventura, sobre todo en cuanto profundidad en el desarrollo de Arthur Morgan, el protagonista de esta historia. Al tomar el rol de este forajido, nos daremos cuenta que el objetivo del juego va más allá de vagar por el mundo en un caballo y entretenernos con una gran historia, incluso, hay mucho más que simplemente cometer delitos y obtener recompensas.
En realidad, hablamos de un juego con tono serio que trata de llevarnos al límite en duelos de disparos con otros pistoleros, pero también nos muestra el lado humano del protagonista mientras cuidas tu caballo, te alimentas o interactúas con otros personajes, entre muchas otras opciones a elección del jugador.
Red Dead Redemption 2 es, hasta el momento, la obra con más corazón de Rockstar Games, un juego con niveles técnicos impresionantes por donde se vea pero que su verdadero mérito es sumergirnos en el salvaje oeste de una forma natural, divertida y sobre todo, profunda.
3 — God of War
Después de God of War III, el destino de Kratos era una moneda al aire. El dios de la guerra parecía haber terminado con su misión al mismo tiempo que SIE Santa Monica Studio con la serie inspirada en deidades griegas. En años posteriores hubo varios intentos para retomar la serie, pero ninguno se animó a ser su secuela. No obstante, la desarrolladora responsable de la serie estaba preparando un retorno del tamaño de la franquicia, el cual estuvo a cargo de Cory Barlog.
Tras lanzar God of War: Chain of Olympus, Barlog partió a Square Enix, para participar en Tomb Raider (2013), pero luego recibió el llamado de SIE Santa Monica Studio para regresar a trabajar en un nuevo título de God of War, que sirvió para demostrar una vez más por qué la desarrolladora es una de las más infalibles y con más experiencia de Sony.
God of War (2018) llegó en un momento en el que el que se cuestionaba lo rentables que eran los juegos de narrativa y se menospreciaba su atractivo al lado de un título sandbox o de mundo abierto. A SIE Santa Monica Studio poco le importó lo anterior y probó que aún hay lugar para las experiencias de un jugador en la industria y curiosamente lo hizo ofreciendo un juego incluso más enfocado en la narrativa que las entregas previas y dejando de lado el clásico Kratos imbuido de odio para dar lugar a un dios de la guerra más paternal.
Definitivamente era una apuesta arriesgada porque aparte significó un cambio de gameplay sustancial, ya que como parte de la historia se incluyó a Atreus, el hijo de Kratos, lo que supuso un cambio en la perspectiva y la agilidad del sistema de batalla. El resultado, para sorpresa de muchos, funcionó y fue una fusión favorable de narrativa y combate que no sólo dio nuevos bríos a la franquicia, sino que además le valió muchos galardones, entre los cuales destacan varios premios al Juego del año y 5 premios BAFTA. Por tanto, no había razón para que God of War quedara fuera de la lista de los mejores títulos de la generación.
2 — Metal Gear Solid V: The Phantom Pain
La influencia de Hideo Kojima y Metal Gear en la industria es innegable. La franquicia marcó un antes y un después para muchos, sobre todo con el estreno de Metal Gear Solid. Debido a esto, la llegada de Metal Gear Solid V: The Phantom Pain generó muchas expectativas.
Kojima y su equipo por fin tuvieron a su disposición la tecnología para hacer posible todas esas ambiciones que habían soñado en el pasado, pero que no fueron posibles en entregas anteriores. Metal Gear Solid V: The Phantom Pain es uno de los capítulos más importantes de la generación no solo debido a sus contribuciones para la saga y el medio en general.
El juego destaca por su historia de desarrollo, la recepción que tuvo entre los fans, sus polémicas y lo que implicó para el final de una de las series más destacadas de todos los tiempos. Además, fue un momento decisivo para el futuro de la franquicia, Konami y, por supuesto, Kojima.
Si bien Metal Gear Solid V: The Phantom Pain no es para muchos la mejor entrega de la saga, es la materialización de sistemas que se refinaron hasta llegar a un grado de sofisticación que pocas veces se ve en la industria. Sobre todo cuando se habla de controles y mecánicas de sigilo.
Lo llamativo es que todos esos elementos se compenetran de una gran forma entre sí y se combinan con un mundo abierto, lo que ofrece una experiencia llena de libertad y posibilidades. Pese a sus fallos, que por supuesto los tiene, no se puede negar que Metal Gear Solid V: The Phantom Pain es uno de los mejores juegos de acción y sigilo de la generación. No por nada los fans siguen sedientos de una nueva entrega o un digno sucesor.
1 — Bloodborne
En cada generación de consolas, suele ocurrir el nacimiento de franquicias completamente nuevas que sorprenden por lo bien ejecutado que fue su concepto. Bloodborne fue una de las sorpresas de la generación que está cerca de terminar. El título corrió por cuenta de FromSoftware en colaboración exclusiva con Sony Interactive Entertainment e hizo patente la maestría que tiene el estudio japonés como hacedor de mundos, puesto que le bastó una sola entrega para consolidar uno de los universos más atractivos en su historia.
Con este juego, el estudio liderado por Hidetaka Miyazaki, decidió hacer un salto de la fantasía medieval que caracteriza a Demon's Souls y Dark Souls a una fantasía oscura sólidamente sostenida en pilares de terror lovecraftiano que se identifica tanto en la dirección de la historia como en el diseño monstruoso del universo y los personajes. Otra de las propuestas más interesantes de Bloodborne es que ofrecería un apartado de combate diferente al de los juegos Souls, pues aquí la defensa por escudo se sustituiría por bloqueos y contraataques en aras de un sistema de juego más dinámico, que fue bien implementado.
Como es costumbre en juegos de FromSoftware, los detalles de la historia están escondidos en los diferentes elementos del mundo y obligan al jugador prestar atención constantemente al entorno para descubrir los misterios que guarda la ciudad de Yharnam. Junto con el diseño magistral de personajes y los eventos durante la partida, Bloodborne puede convertirse en una increíble experiencia conforme se desenvuelve, ya que logra canalizar el terror que recae en algo que va creciendo hasta estar fuera de nuestro alcance.
El producto final estuvo a la altura de la serie y demostró que la fórmula Souls de FromSoftware es flexible, pudiendo diversificarse de manera interesante en otras formas de combate sin perder su esencia desafiante y gratificante, como luego Sekiro: Shadows Die Twice lo comprobó, y contribuyó también para dejar claro que por supuesto hay lugar en el mercado para juegos difíciles.
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