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Elon Musk es una de las figuras con más presencia en el siglo XXI, ya que ha sabido engancharse en las tendencias tecnológicas más importantes, aunque siempre con posturas, declaraciones y acciones polémicas. De origen en exceso privilegiado, Musk nació en Pretoria, Sudáfrica. El empresario ha captado la atención de prácticamente todo el mundo al impulsar compañías como Tesla, SpaceX y tecnologías como Starlink, todo originado por su pasión por el espacio y las obras futuristas a las que tuvo acceso en su niñez y juventud. Como sucedió con varios integrantes de las generaciones de la vieja escuela del gaming, este interés en la ciencia y en el concepto futurista coincidió con la naciente industria de los videojuegos; así, cuando Musk tenía 12 años, programó uno e incluso puedes jugarlo actualmente.
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La década de los 80 y su visión sobre el futuro: tecnología, computación y videojuegos
En los países desarrollados, la década de los 80 presumía los videojuegos como la forma de entretenimiento electrónico del futuro. La época dorada del Arcade y el ascenso vertiginoso de Atari habían sentado las bases de una industria que se convertiría en una de las más grandes a escala mundial. Para distintas sociedades, estar a 20 años del 2000 era motivo suficiente para pensar en el futuro y en la idea que habían vendido las producciones de cine y alguno que otro show de TV respecto a dispositivos, accesorios y tecnología funcional para la vida diaria. Todo habría de llegar en esas 2 décadas y algunas compañías se anticiparon a la idea de que la computación, una realidad en aquellos años, podía llegar a los hogares.
Commodore Business Machines fue una de ellas, y uno de sus productos, la Commodore VIC-20, llegó a manos de un Musk de 9 años. Este tipo de ordenadores estaba pensados para formas básicas de interacción mediante la programación, y a partir de eso era posible crear algo como un videojuego. Claro que lograrlo requería dedicación para aprender y muchas horas de práctica. De hecho, la Commodore VIC-20 incluía un manual de programación que estimaba un aprendizaje funcional y aplicable por parte del usuario a partir del sexto mes.
Elon Musk tenía 12 años cuando lanzó su videojuego llamado Blastar
Después de 3 años Elon Musk tenía listo un videojuego. La influencia de obras científicas con temas espaciales y una industria de gaming que estaba por venirse abajo pero que había hecho realidad algunas experiencias de combate en el espacio con simples pixeles fueron suficientes para que Musk programara un videojuego. El tema apelaba a un lugar común de la época: la guerra espacial y, por razones obvias, era un shooter. Musk decidió que sería un shooter vertical llamado Blastar donde las naves espaciales atacaban a los enemigos.
Blastar es un juego básico donde controlas una nave en la parte inferior de la pantalla con movilidad hacia los lados. Puedes disparar y el objetivo es medir los tiempos de tu disparo y el del movimiento del enemigo para que coincidan y el impacto lo elimine. Sí, sencillo, pero destacado por el hecho de que lo había programado un joven de 12 años. Ambas características eran relevantes en sociedades desarrolladas porque daban cuenta de un avance generacional que cambiaría muchas cosas en el futuro, al menos en el sector tecnológico. En algún momento, Elon Musk se refirió a su creación como "un juego trivial, pero mucho mejor que Flappy Bird.
Cuenta la historia que 2 años después de crear Blastar, Musk vendió el código a una revista de computación por $500 USD. Más adelante, el libro Elon Musk: Tesla, SpaceX and the Quest for a Fantastic Future de Ashlee Vance incluye el código completo, de donde alguien lo tomó y lo llevó a una experiencia de navegador. Eso significa que puedes jugar Blastar en este enlace y ver su inicio con el crédito a un tal E. R. Musk.
Ni siquiera Blastar se salvó de la polémica y enfureció a la escena Arcade
Por más extraño que parezca, una obra tan desconocida vivió su propia polémica sólo por haber sido creada por una persona que constantemente da de qué hablar. Lo que ocurrió es que Blastar y su propuesta de shooter vertical con temática espacial son similares —no iguales, como para hablar de plagio— a Blaster, un shooter en rieles en primera persona desarrollado por Midway y lanzado en 1983. En este caso, algunos errores en publicaciones derivados de la falta de investigación llevaron a una confusión entre aquellos que no son tan fans de los videojuegos o que de plano ignoran muchas cosas sobre la industria, de manera que hay quien piensa que el juego de Elon Musk es Blaster, y eso enfurece a los entusiastas del Arcade que tampoco son fans de Elon Musk.
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Así pues, mientras el magnate se debate entre comprar Twitter y hacer algo con su legión de bots, seguir con su programa espacial y convertir los automóviles de Tesla en PC para videojuegos, queda en el registro su aportación a la industria con Blastar.
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