El PS5 Slim se venderá por partes, ¿un bien para el usuario o una pesadilla anticonsumidor?

Una propuesta de diseño y de negocios que despierta dudas en algunos


El PlayStation 5 Slim tendrá una unidad de disco desmontable, placas extraíbles, una base que se venderá por separado y, como el modelo original, una ranura para colocar SSD externos. Es evidente que Sony apostará por un diseño modular que hemos visto en otros de sus productos recientes, como el DualSense Edge y el Control Access, mandos totalmente personalizables.

La modularidad no es algo nuevo en la industria, pues compañías como Nintendo, Xbox y SEGA la han implementado a nivel de hardware. Pese a esto, la idea de una consola que se vende por partes dividió a los jugadores en 2 bandos: aquellos que lo ven como una práctica abusiva y los que creen que es bueno, en términos de funcionalidad.

La realidad es que la modularidad reúne cosas de ambos mundos. ¿Qué pros y contras trae consigo? ¿Se convertirá en la próxima gran tendencia de la industria? A continuación reflexionamos sobre ello.

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A veces es mejor en partes

Es muy probable que, ahora mismo, tengas uno o varios productos modulares a tu alrededor: una computadora, un mueble, un coche o un juguete. Son objetos creados con una visión de diseño específica, que apuesta por los componentes intercambiables, combinables y reemplazables. Su meta es satisfacer las necesidades de un amplio sector de usuarios por medio de su versatilidad y flexibilidad.

Esta tendencia de diseño no es ajena a la industria de los videojuegos a escala de hardware. Hay varios ejemplos recientes: las cubiertas, el mando Elite y el Adaptive Controller de Xbox; el DualSense Edge, el Control Access y el PS5 de PlayStation; así como el Switch y sus Joy-Con, por parte de Nintendo.

Todos estos productos aprovechan la modularidad de diferentes formas, pero el enfoque es el mismo: permitirnos adaptar sus componentes a nuestras necesidades específicas. Por ejemplo, los controles Elite y el DualSense Edge son productos versátiles que pueden reconfigurarse y programarse según nuestros gustos. Además, cuentan con piezas intercambiables que los hace sumamente ergonómicos.

La modularidad al alcance de tus manos
La modularidad al alcance de tus manos

Por otro lado, las placas extraíbles del PlayStation 5, las cubiertas para Xbox y los Joy-Con del Nintendo Switch nos dan la oportunidad de personalizar nuestras consolas y darles un toque especial. En ambos ejemplos, la modularidad va más allá de algo simplemente funcional o estético, pues también representa un ahorro importante para nuestra cartera.

¿Cómo? En lugar de comprar un nuevo control y desechar otro con partes funcionales, simplemente podemos adquirir el stick que empezó a fallar e intercambiarlo fácilmente. En lugar de invertir en una consola edición especial, podemos adquirir una cubierta por un precio bastante accesible y así darle un estilo diferente a nuestro sistema.

Todo esto sin rompernos la cabeza ni requerir de un conocimiento avanzado en reparaciones o modificaciones. También puede salvarnos de los servicios de atención al cliente que, en ocasiones, son deficientes. Y ni qué decir de los centros de reparación de dudosa reputación, que no nos dan la confianza suficiente para dejarles nuestras consolas y controles.

Así pues, la modularidad ofrece flexibilidad, personalización, escalabilidad, una forma accesible de dar mantenimiento y una reducción de nuestros gastos a corto plazo. Eso no es todo, pues esta filosofía de diseño ha hecho realidad algo muy importante: que los videojuegos lleguen a más personas.

La modularidad ha hecho que los videojuegos sean más accesibles
La modularidad ha hecho que los videojuegos sean más accesibles

Xbox y PlayStation han apostado por la accesibilidad y la inclusión con proyectos como el Adaptive Controller y el Control Access. La funcionalidad de ambos controles está basada en lo modular y se enfoca en los jugadores con movilidad limitada. Por lo tanto, son compatibles con joysticks, botones, interruptores y todo tipo de accesorios externos para personalizarlos y añadirle funciones.

Dicho todo esto, ¿qué ofrece realmente la modularidad del PlayStation 5 Slim? ¿Promete algunos de los beneficios antes mencionados? En teoría sí… Seguirá teniendo placas intercambiables para la personalización y ahora contará con una unidad de disco extraíble. Ésta podrá adquirirse por separado si al final preferimos los juegos físicos o simplemente necesitamos un repuesto. Pese a todo lo anterior, una parte de la comunidad no está contenta con la propuesta de Sony por varios motivos.

Cuando la modularidad despierta dudas

El anuncio del PlayStation 5 Slim recibió duras críticas por varias razones, y algunas de ellas están relacionadas con lo modular. A muchos jugadores les pareció que Sony quiere obligarlos a adquirir complementos que la consola ya debería incluir y, de esta forma, obtener más ganancias a largo plazo.

La gota que derramó el vaso fue la nueva base vertical del sistema, que se venderá por separado a cambio de $29.99 USD. Si bien es un simple accesorio y no es indispensable para el funcionamiento de la consola, para muchos es inevitable sentir que están adquiriendo un producto incompleto.

Para agravar el asunto, Sony sustituyó la base horizontal original por un accesorio que deja mucho que desear a nivel estético. Todo esto generó descontento en los fans de la marca, quienes protestaron en las redes sociales.

La propuesta del PS5 Slim no convenció a todos
La propuesta del PS5 Slim no convenció a todos

Sí, en ocasiones da la impresión de que la modularidad no siempre favorece a nuestras carteras, y hay algo de razón en ello. Su filosofía de diseño puede generar ecosistemas sumamente cerrados con pocas opciones para los consumidores.

No en vano los jugadores compararon a Sony con Apple, empresa conocida justamente por su ecosistema muy bien acotado. Apple tiene el control de su hardware y de su software, lo que le permite marcar la tendencia de consumo que tendrán los usuarios de sus productos.

En este sentido, a algunos jugadores les preocupa que Sony apueste en el futuro por un ecosistema cada vez más cerrado, donde lo modular se convierta en una estrategia más enfocada en lo comercial que en las necesidades de sus usuarios. Esto generaría un entorno más cerrado donde habría pocas o ninguna opción por parte de terceros.

Por ejemplo, Sony permite por ahora que otras compañías fabriquen y distribuyan placas para su consola; sin embargo, no se sabe si habrá opciones respecto a la unidad de disco extraíble o la nueva base. Este control del ecosistema es un arma de doble filo: por un lado garantiza la funcionalidad y la compatibilidad de los componentes al 100%, pero al mismo tiempo limita las opciones de los consumidores.

¿Eres tú, Apple?
¿Eres tú, Apple?

Por otro lado, los jugadores que abogan por la conservación del medio están preocupados, porque recientemente se confirmó que el lector de discos extraíble requerirá una verificación online. Esto implica que sea indispensable una conexión a Internet para sincronizar la unidad con una consola, y no está claro qué sucederá cuando los usuarios no tengan acceso a una conexión.

Dicho lo anterior, no todo es miel sobre hojuelas en la modularidad, pues puede generar diversos tipos de inconvenientes para los consumidores. Si bien facilita las reparaciones, en ciertos casos los componentes específicos pueden ser costosos e incluso difíciles de encontrar. A la vez, obligan a los usuarios a casarse con una marca y permanecer en un ecosistema por años.

Su filosofía de diseño por componentes puede dar como resultado productos con un diseño que no será del agrado de todos, como es el caso del PS5 Slim. Además, la personalización se traduce en ocasiones en gastos adicionales. Con el nuevo sistema de Sony, resulta más caro comprar una consola digital y la unidad de discos por separado que adquirir la consola con disco incluido desde el principio. A esto hay que sumarle las placas y la base que, si bien son opcionales, son complementos llamativos para los usuarios.

Por último, los productos modulares abren la puerta a un mar de posibilidades que podrían abrumar o confundir a ciertos usuarios, sobre todo a quienes no están al tanto de las opciones disponibles ni de cuestiones como la compatibilidad.

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¿El futuro de las consolas es modular?

Por años se ha especulado con la idea de que las consolas sean totalmente modulares, tal como si fueran una PC. El concepto suena llamativo por el alcance de sus posibilidades, pero también acarrea obstáculos que, al parecer, las compañías no están dispuestas a afrontar por ahora.

Las revisiones de consolas nos han hecho soñar con hardware escalable, donde únicamente tengamos que adquirir ciertos componentes para contar con la tecnología de punta en nuestras manos o, incluso, añadir nuevas funciones a nuestros sistemas.

PlayStation 5 Slim es un acercamiento que hace muy evidentes tanto las ventajas como las desventajas de la modularidad. Probablemente, esta perspectiva de diseño se enfoque en el futuro simplemente en componentes estéticos o en aquellos que tengan funciones prescindibles para algunos, como el uso de un lector para juegos físicos.

Pensar en un futuro totalmente modular implicaría superar desafíos que abarcan desde el modelo de negocios hasta una posible fragmentación de bases de usuarios. La idea claramente desafía el concepto clásico que tenemos de una consola, que busca ofrecer una experiencia uniforme, consistente y accesible.

¿Te gustaría que la industria apostara de lleno por la modularidad? Cuéntanos en los comentarios.

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