En unos cuantos días, Microsoft podría hacer un anuncio que cambie para siempre el rumbo de Xbox. Reportes aseguran que las compañías modificarán su estrategia y apostarán por llevar sus juegos exclusivos a más plataformas. Incluso se dice que sagas como Halo, Gears y otros estandartes de la marca llegarán a PlayStation y Nintendo. ¿Qué implicará esto para las compañías japonesas y su estrategia?
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Nintendo no necesita a Xbox para triunfar, pero…
Ahora mismo, Nintendo está parado sobre una inmensa montaña de oro. Switch ha sido un rotundo éxito en todo el mundo y, en parte gracias a esto, la compañía llamó como nunca la atención de Xbox y Microsoft. Esto permitió que, desde hace meses, formaran una alianza que ya cosechó frutos.
Su primer gran acercamiento fue con Minecraft y el tema del cross-play. Posteriormente, Xbox y sus socios decidieron llevar títulos como Cuphead, las entregas de Ori y Hellblade: Senua's Sacrifice a Switch. Incluso hubo rumores sobre la posible llegada de Xbox Game Pass y la implementación total de Xbox LIVE a la consola híbrida. Hace meses, las empresas pactaron un acuerdo para que Call of Duty esté disponible en los sistemas de Nintendo durante los próximos 10 años.
Ahora, se dice que Hi-Fi RUSH y Sea of Thieves darán el salto a Switch próximamente. Además, existe la posibilidad de que otros títulos de Xbox Game Studios, como Pentiment, aterricen en la consola híbrida. ¿Nintendo realmente necesita esto? Switch ha vendido más de 139 millones de unidades y está en camino a convertirse en la consola más vendida de la historia. Lo sorprendente es que lo ha logrado a pesar de la ausencia de grandes AAA y el apoyo de importantes third-party.
Para nadie es un secreto que Nintendo juega en una liga diferente a la de Xbox y PlayStation. Tiene un legado incomparable y algunas de las franquicias más importantes de la industria. A partir de excelentes juegos, se ha mantenido como uno de los líderes de los últimos años. Esto a pesar de tener una de sus generaciones más catastróficas con Wii U, que fue un total fracaso.
Nintendo vende juegos por montones y ha mantenido un calendario de lanzamientos constantes durante los últimos 7 años, un logro que las otras compañías no pueden presumir. Por todo esto, tampoco es una sorpresa que Microsoft tenga interés en su ecosistema y en su enorme base de usuarios. Incluso sabemos que el gigante tecnológico no ha descartado la posibilidad de comprar la empresa japonesa.
La casa de Mario y Zelda se ha caracterizado por su ecosistema cerrado y por su visión única alejada de las tendencias de la industria. Durante los últimos años, se ha enfocado en hacer que sus fans disfruten sus exclusivos a como dé lugar y, también, en ampliar poco a poco la gama de juegos que ofrece en su ecosistema. La popularidad de Switch le permitió cumplir con ambos objetivos e, incluso, conseguir el apoyo de destacados estudios. Este punto es muy importante, porque Nintendo puede conseguir aún más socios y, sin duda, los necesitará para mantener su éxito, sobre todo porque se aproxima una transición importante.
Dicho esto, ¿la compañía necesita que los juegos de Xbox lleguen a su actual consola y a su futuro hardware? La respuesta corta es no, pero el movimiento de Microsoft podría llegar en un momento clave: el fin de Switch y el lanzamiento de su sucesor. Si bien aún no se sabe cuándo llegará ni qué tan poderosa será la nueva consola de Nintendo, se abren las puertas para que reciba importantes AAA de diversos aliados, como Xbox Game Studios.
La realidad es que la llegada de los juegos de Xbox a Nintendo sería un gran impulso, sobre todo ya que la empresa japonesa ha sufrido durante años por el poco o nulo apoyo de ciertos estudios de terceros. Más que una amenaza para su ecosistema y sus exclusivos, títulos como Hi-Fi Rush y Sea of Thieves serían un plus que sumaría variedad y atractivo a sus sistemas. Sobre todo para cerrar con broche de oro la generación de Switch y hacer que su próximo hardware genere aún más expectativas.
Nintendo se ha esforzado por ampliar la gama de usuarios de sus consolas y, para ello, es fundamental ofrecer todo tipo de experiencias. Sin duda, los juegos de Xbox, Bethesda, Activision Blizzard sumarían valor a su ecosistema; sin embargo, también podría seguir con su estrategia actual, prescindir de los títulos de ciertos estudios y, aún así, seguir con la corona en la mano.
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A PlayStation no le vendrían mal los juegos de Xbox
El caso de PlayStation es diferente, pues compite al tú por tú contra Xbox y sus consolas ofrecen prestaciones muy similares. No es en vano que el debate gire en torno a lo que sucederá entre estos rivales, si es que Microsoft apuesta por los lanzamientos multiplataforma.
Pese a la competencia y a la guerra de declaraciones por la compra de Activision Blizzard, parece que el gigante tecnológico está dispuesto a ceder terreno con tal de expandir a Xbox a nuevos horizontes. Algunos jugadores están desconcertados, pues está claro que PlayStation se fortalecerá con este movimiento.
El ecosistema de la marca se ha quedado sin títulos importantes como Starfield. Sabemos que Sony tenía mucho interés en el RPG de Bethesda, pues incluso estaba en negociaciones para conseguir su exclusividad. Por otro lado, Jim Ryan hizo todo lo posible para no perder sagas como Call of Duty y, al final, parece que se saldrá con la suya... al menos hasta cierto punto.
La posible llegada a PlayStation de juegos como Starfield, Indiana Jones, Halo Infinite, Halo: The Master Chief Collection, Microsoft Flight Simulator y Gears of War únicamente fortalecerá su ya sólido ecosistema, donde los jugadores pueden disfrutar exclusivos de Sony y sus estudios.
Sí, Microsoft aún tendrá el gran atractivo de Xbox Game Pass y sus lanzamientos de día 1, pero muchos jugadores lo tienen claro: preferirán una consola donde puedan disfrutar la mayoría de juegos AAA que ofrece la industria. Por supuesto, ambas compañías ganarán algo con este movimiento, pero es inevitable pensar que PlayStation será el gran beneficiado. Sobre todo ya que es poco probable que sus exclusivos lleguen a las consolas de Xbox.
Pese a su éxito y a su sólida estrategia, a PlayStation no le vendría mal recibir algunos juegos importantes de su competidor. La compañía japonesa pasa actualmente por un momento complicado que podría conducir a una crisis. El calendario de lanzamientos de sus estudios deja mucho que desear y no sé sabe cuándo debutarán esos AAA que esperan sus fans.
Sin duda, la llegada de los juegos de Xbox a su ecosistema alivianaría un poco las cosas para Sony, que actualmente batalla con los juegos como servicio. Su estrategia actual depende en gran medida de exclusivas de terceros y relanzamientos para mantener contentos a sus jugadores, pero ¿cuánto tiempo podrá mantener este ritmo? Ahí es donde Xbox y sus juegos podrían ser una gran alternativa.
Una transformación necesaria para Xbox
Ante los rumores, los fans de Xbox están llenos de incertidumbre y sus haters pronostican el fin de la marca, lo cual sería malo para todos. Principalmente si pensamos en términos de competitividad y lo arrogante que han llegado a ser PlayStation y Nintendo cuando no tienen rival.
Durante años, Xbox nos ha vendido el discurso de que los videojuegos son para todos y que deben estar en el mayor número posible de dispositivos. Todo indica que quiere sacudir como nunca el modelo de PlayStation y Nintendo rumbo a una era que Microsoft desea, donde el hardware quede en segundo plano a favor de los servicios y la nube.
Esto hará que Xbox Game Pass y Xbox Cloud Gaming logren la expansión deseada; sin embargo, Microsoft necesita tiempo y dinero para que eso ocurra. La compañía llevará sus juegos a otras plataformas para embolsarse más ganancias a costa de aspectos que preocupan a los fans, como la identidad de Xbox y el valor único que ofrece su ecosistema.
Lo anterior no debería sorprendernos, mucho menos cuando conocemos el historial de la empresa. Sí, será un sacrificio, pero es probable que traiga cambios importantes a la industria y haga que PlayStation y Nintendo replanteen parte de su estrategia a largo plazo.
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