“¡El gaming conquistará el cine y la televisión!” Esto es lo que muchos pensamos hace un par de meses gracias a una racha positiva que nos dio esperanza de que se avecinaba una época dorada para este tipo de adaptaciones.
Sin embargo, los estrenos más recientes nos recordaron que ninguna moda es eterna ni perfecta. ¿Las películas y series de videojuegos son realmente el próximo titán del entretenimiento, o acaso 2024 es una señal de que este auge podría ser más efímero de lo que imaginábamos?
Video relacionado: Videojuegos que deberían ser películas o series
El bache de 2024: entre fracasos y recepciones tibias
¿Recuerdan cuando la mayoría de las adaptaciones de videojuegos eran un insulto al material de origen? Parece que fue hace milenios, pero la realidad es que aún hablábamos de la infame “maldición” a mediados de la década de 2010. Cuando todo parecía perdido, algunas producciones recientes nos cambiaron la percepción, pues demostraron que se podía llevar estas historias a la TV y al cine con muy buenos resultados.
Castlevania de Netflix, Sonic the Hedgehog, Detective Pikachu, Cyberpunk: Edgeunners, Arcane y más proyectos superaron todas las expectativas y fueron un éxito rotundo. Este tipo de producciones había alcanzado la madurez, y 2023 lo reafirmó con la aclamada serie live-action de The Last of Us y la extremadamente popular Super Mario Bros. La Película.
Después de muchos años de fracasos y decepciones, parecía que la industria del entretenimiento por fin había descifrado cómo llevar las historias del gaming a la gran pantalla y a la TV sin morir en el intento. Todo apuntaba a que habíamos entrado en una era dorada, pero 2024 trajo consigo una serie de tropiezos que sembraron dudas.
El año empezó con el regreso del controversial show de Halo. Aunque los espectadores concuerdan en que los nuevos episodios superaron a los que debutaron en 2022 debido a que tanto la acción como la historia mejoraron considerablemente, el daño que causó la primera temporada fue irreversible. Los fans simplemente perdieron el interés, y parece que hubo una caída significativa en el rating. En julio, Paramount canceló la serie.
Las adaptaciones de videojuegos vieron otro gran fracaso en la forma de Borderlands; sí, lo sabemos… ¡no había forma de que esa película saliera bien! Desde la elección del cast y los trailers supimos que algo andaba mal. Aun así, su pésimo desempeño fue sorprendente de la peor manera y nos recordó a la época más oscura de esta clase de proyectos.
La cinta protagonizada por Cate Blanchett, Kevin Hart, Jamie Lee Curtis y Jack Black fue destrozada por la crítica y se colocó de inmediato en la lista de los peores estrenos de 2024 con un índice de aprobación de 7% en Tomatazos y un puntaje promedio de 26 en Metacritic. Gracias a su pésima recepción, se estrelló en taquilla y apenas recaudó $32 MMDD frente a un presupuesto aproximado de $120 MMDD. Vamos, hasta Uwe Boll, el director de las horrorosas adaptaciones de Alone in the Dark, House of the Dead y Far Cry, se burló de este fracaso.
Si bien Halo y Borderlands fueron los tropiezos más significativos de 2024 debido a que había muchas expectativas a su alrededor, lo cierto es que vimos más proyectos que dividieron las opiniones de la comunidad y demostraron que, a pesar de los éxitos recientes, siempre se puede fallar en contentar a los fans y al público en general.
Por ejemplo, Knuckles, la miniserie spin-off de Sonic the Hedgehog, fue un éxito de audiencia en Paramount+, pero muchos espectadores están de acuerdo con que fue decepcionante debido a que la historia se enfocó demasiado en Wade, el compañero del protagonista. Al final, se sintió como un simple aperitivo para hacer más amena la espera por la tercera película.
Like a Dragon: Yakuza, la adaptación de la franquicia de SEGA y Ryu Ga Gotoku Studio, fue uno de los estrenos más controversiales del año. Aunque lejos de ser una catástrofe, cayó en la trampa de alejarse del material de origen en un intento de hacer su propia versión de la historia de Kazuma Kiryu; incluso los actores tenían prohibido jugar los títulos originales. El resultado fue una serie que recibió críticas mixtas y cuya continuación dependerá del público general debido a que los fanáticos acérrimos le dieron la espalda.
En una línea similar, la serie Tomb Raider: The Legend of Lara Croft llegó a Netflix envuelta en polémica debido a ciertas decisiones creativas. Aunque fue del agrado de la crítica especializada, un sector de la fanaticada la repudió. Eso sí, tuvo suficiente éxito para garantizar el desarrollo de una segunda temporada.
Ahora bien, existe la posibilidad de que 2024 remonte y termine con un balance positivo. Esto lo decimos porque en noviembre regresará Arcane, una de las mejores series animadas de los últimos tiempos. Los avances lucen muy prometedores, así que hay motivos para creer que Netflix y Fortiche replicarán el éxito de la primera temporada.
Por otra parte, Sonic: La Película 3 promete ser muy divertida y estar llena de fanservices. ¿Acaso será una obra maestra? Lo dudamos, pero estaremos contentos si tiene el mismo corazón que las entregas anteriores... ¡además participa Keanu Reeves! Y Secret Level de Prime Video es una propuesta interesante y tendrá el honor de dar el último adiós a Concord.
La mejor adaptación de 2024: Fallout
Como hemos visto, muchas producciones de 2024 basadas en videojuegos tuvieron una recepción tibia en el mejor de los casos y fueron un rotundo fracaso en el peor. Este escenario contrasta con la buena racha que se vio en 2023 y años anteriores. Dicho esto, en meses recientes se estrenó una serie que tomó por sorpresa al mundo y demostró el inmenso potencial que tiene el gaming en el mundo del entretenimiento: Fallout.
El show basado en la franquicia de Bethesda se unió al catálogo de Prime Video a mediados de abril y recibió calificaciones casi perfectas. Además, fue un éxito de audiencia sin precedentes que superó con creces los estrenos de The Boys y The Rings of the Power.
La serie live-action protagonizada por Ella Purnell, Aaron Moten y Walton Goggins la vieron más de 65 millones de espectadores en sus primeras 2 semanas. Aunque es un logro impresionante por sí solo, su hazaña más importante fue revitalizar el interés por la saga. Por ejemplo, Fallout 4 aumentó sus ventas más de 7500% en Europa a medida que el resto de los juegos repuntaron en Steam.
El show de Prime Video reafirmó que el éxito de las series y películas basadas en videojuegos va mucho más allá de los niveles de audiencia y la recaudación en taquilla. Su verdadero mérito es llevar una franquicia a una audiencia más amplia para catapultar su popularidad y alcance. Se crea una simbiosis en la que la adaptación se beneficia de la popularidad del material de origen y viceversa.
No obstante, y cegados por todos estos beneficios, muchos estudios de videojuegos y entretenimiento quieren subirse a la ola de las adaptaciones. Nos preocupa que este auge desmedido forme una burbuja que tarde o temprano explote y termine por desgastar el interés por un género que apenas empezaba a consolidarse.
Un futuro de luces y sombras: ¿fin de la era dorada de las adaptaciones de videojuegos?
Si bien en los últimos años hemos visto producciones sobresalientes, como The Last of Us y Fallout, también se estrenaron fracasos rotundos y proyectos desangelados que demuestran que el camino está lleno de obstáculos.
La primera temporada de Halo, la serie live-action de Resident Evil para Netflix y el filme de Uncharted sacaron canas verdes a los fans acérrimos en 2022, el mismo año en el que se estrenó el aclamado anime Cyberpunk: Edgerunners y la exitosa Sonic: La Película 2. Sin ir demasiado lejos, en 2023 debutó la cinta de Five Nights at Freddy’s, que fue destrozada por la crítica y la audiencia general.
¿Realmente vivimos en la era dorada de las adaptaciones de videojuegos? Sí y no. Muchos creativos finalmente comprendieron el valor de respetar el material de origen para contentar a una audiencia amplia sin descuidar a los fans incondicionales; sin embargo, aún existen proyectos que nos dejan un mal sabor de boca porque enfrentan dificultades en su producción o simplemente porque sus creativos deciden alejarse de la esencia original. La cuestión es ver cuál tendencia prevalecerá en los próximos años.
Las alarmas están encendidas por la próxima película de Minecraft, que se perfila para ser un completo desastre y cuyo primer avance recibió miles de dislikes. En paralelo, la serie de The Witcher permanece en terreno pantanoso debido a la renuncia de Henry Cavill, quien es un defensor de los videojuegos de CDPR y las novelas de Andrzej Sapkowski. Otras franquicias importantes también enfrentan dificultades para dar el salto multimedia: el show de Horizon para Netflix está en el limbo tras la controversia que envuelve al showrunner Steve Blackman, mientras que la adaptación de God of War se reinició tras la salida de los productores y la incorporación de Ronald D. Moore, premiado por Star Trek y Battlestar Galactica.
Prácticamente todos los meses se anuncia una nueva adaptación. Hay tantas en el horno, que es difícil enumerarlas todas: SIFU, Ghost of Tsushima, Gears of War, Street Fighter, Mortal Kombat, Outlast, House of the Dead, Poppy Playtime, Silent Hill, Until Dawn y un largo etcétera. Es ingenuo pensar en que todas cumplirán con las expectativas.
Es inevitable ver las similitudes entre el auge de este tipo de proyectos y la trayectoria del cine de superhéroes. Así como Marvel y DC inspiraron una avalancha de producciones basadas en cómics, la buena recepción de algunas series y películas sobre videojuegos generarán un fenómeno similar. La clave es eludir los errores del pasado y analizar los casos de éxito para evitar que estos proyectos se conviertan en una moda pasajera y de calidad dudosa.
Fallout tiene los ingredientes de una buena adaptación: un sobresaliente diseño de producción, un cast talentoso, una historia que respeta el material de origen y la supervisión de los responsables de los videojuegos. De los fracasos de 2024 que hemos visto, ¿cuáles cumplen con estos requisitos? Exactamente, ahí está el problema.
Está claro que siempre existirán productores y estudios que vean las franquicias de gaming como minas de oro y sólo quieran lanzar proyectos sin alma en un intento de capitalizar su popularidad. Así pues, la verdadera “era dorada” está reservada para aquellas adaptaciones que tengan equipos comprometidos y talentosos que entiendan a la perfección la complejidad de trasladar un universo interactivo al formato audiovisual sin atentar contra la esencia de sus personajes e historias.
Más que un bache, 2024 fue una advertencia. Con las segundas temporadas de The Last of Us y Fallout, así como otros productos con potencial en el horizonte, esperamos que aún podamos disfrutar series y películas de buena calidad en 2025 y más allá.
Pero cuéntanos, ¿crees que la era dorada de las adaptaciones llegará a su fin? ¿Crees que jamás estuvimos en una? Déjanos leerte en los comentarios.
Video relacionado: Películas y series de videojuegos que llegarán en 2024
Sigue este enlace para leer más noticias relacionadas con cine.
Comentarios
Mejores
Nuevos