Mis investigaciones indican que se fue a la India a aprender con los místicos la forma perfecta de hacer yoga y otras cosas de mamados... sin embargo, el entrenamiento fue tal que ahora lo único que puede decir es "proteína".
Afortunadamente después viajó a Japón, en donde su vida inspiró al creador de la caricatura Aggretsuko, para crear un personaje como él.
Vean al mamarang en acción en Aggretsuko, en Netflix