Me parece que Devil May Cry es el único videojuego del género que ha seguido la esencia del hack and slash en su contexto de arcades, ¿no? porque Bayonetta, Ninja Gaiden o God of war de un modo u otro son como una especie de derivados en el sentido de que combina varios elementos que se alejan de la esencia antes comentada.
Por ejemplo, en devil may cry avanzas un par de pasillos siempre infestado de enemigos y la meta es ganar por medio del combate cuerpo a cuerpo aunque con el añadido de hacerlo con estilo; en ese sentido los desarrolladores que han estado involucrados en la franquicia se han preoucupado por dotarlo de un combate más similar al estilo de los juegos de pelea que al de una aventura que podría ser god of war.
Incluso el más similar de la franquicia de capcom podría ser Bayonetta pero ese juego se aleja de la esencia. Porque veamos: si bien Bayonetta tiene mucho margen de maniobra aunque va mayormente dirigida a la espectacularidad que al estilo de un timing de juego de peleas preciso. De hecho dominar Devil May Cry 3 o 4 requiere mayor maniobra o maña con el mando del juego, claro, el juego se puede superar jugándolo de manera maletona pero su gracia se encuentra en hacer tuyo el juego y sentirte en el amo. En contraste Bayonetta ofrece una experiencia en apariencia más completa pero esa libertad acompañada de accesibilidad acaba por no tener ese timing tan refinado de devil may cry. En resumen devil may cry te ofrece una mayor sensación de dominio a un personaje en el combate comparado a otros juegos del género donde en apariencia haces más cosas pero son en la mayoría de ocasiones el resultado de animaciones aparatosas con un menor esfuerzo notorio en el mando, claro, tampoco digo que por ese motivo sean inferiores o peores pues al final acaban por buscar experiencias de juego distintas.
Incluso Ninja Gaiden que lo he considerado muy técnico debo de reconocer que resulta fácil lucirte en combate aunque la dificultad puede llegar a ser frustrante... aunque los Gaiden se me han figurado como de un estilo de reacción y contra ataque en vez de lucirte en combate.
Y me parece que por ese motivo Devil may cry ha seguido el camino de pasillos con cuartos encerrados de enemigos, no porque sus desarrolladores no puedan ir más allá, sino que precisamente ese es el encanto; cerrarte con una horda de enemigos y relucir tu habilidad en una cámara estática, que a diferencia de god of war no buscaba el toque cinematográfico sino simplemente un ángulo idóneo para no perder la cadencia del combate como a veces sucedía con Ninja gaiden con su cámara alocada y Ryu Hayubusa maniobrando en espacios considerablemente grandes para el género.
God of war por su parte, bueno... ahora que salió el último me parece que se ha desmarcado más de su esencia original que si de por si la trilogía original no la consideraría en un hack and slash, tiene ciertos elementos básicos pero... hmm tiraba por otros rumbos como el sentimiento de ser poderoso, una escela tipo cinematográfica con toque "épico" y elementos muy básicos de los juegos de aventura: por su parte el último God of war ha optado por una combinación extraña en un comienzo, pues coge elementos de los Souls en sistema de combate aunque con capacidad de encadenar combos en bruto, y en navegación del entorno ha apostado por un estilo aventurero de Ocarina of time con toques considerables de rpg en sentido de mejoras de armaduras o magias, al final ofrece una experiencia redonda que para muchos es una aventura emocionante pero que francamente está todavía mucho más lejos de lo que es el hack and slash en su esencia más pura de las arcades.
Tras esta reflexión friki que les comparto cada vez acabo apreciando más los devil may cry, y ojalá la nueva entrega mantenga ese estigma. Pues si lo pensamos bien, ¿qué otro videojuego en tres dimensiones conserva ese concepto tan puro? Y es que actualmente resulta complicadísimo no combinar varios géneros en un solo juego, de hecho desde hace más de una década la mayoría de videojuegos ya no se pueden clasificar en un solo género , han salido tantos derivados si nos ponemos en plan de mamones aunque no por ello infieriores, simplemente diferentes. Pero siempre se agradecerá que exista ese producto que apuesta a las raices de donde nacio.
