En el marco de una de las jornadas de rebeldía civil más acaloradas en la historia reciente de Gran Bretaña, la noche de ayer un grupo de alrededor de veinte vándalos saqueó un almacén de 20 mil metros cuadrados, propiedad de Sony, en el barrio londinense de Enfield.
Algunos testigos reportaron que los agresores abandonaron el lugar con diversos aparatos electrónicos entre manos, después de lo cual se desató un salvaje incendio que afortunadamente no dejó víctimas mortales. Pese a que no ha sido confirmado por las autoridades, queda claro que la rapiña y el siniestro están vinculados.
Aunque aún no han podido cuantificarse los daños, se especula que en el interior yacían cargamentos de discos compactos, DVD, videojuegos y más, lo que podría impactar en la distribución de dichos artículos en Inglaterra durante las próximas semanas, así lo confirmó el portavoz de Sony en Tokio, Yoko Yasukochi: "Probablemente habrá un impacto en las entregas. No podemos determinar la causa del fuego o la extensión del daño aún, pues no es posible entrar en el edificio," agregó.
Tras el asesinato de un joven a manos de la policía el pasado jueves, una serie de acaloradas protestas se tornaron violentas, causando destrozos e incendios en la capital inglesa y sus alrededores. Como consecuencia, el primer ministro británico, David Cameron, ha convocado a una reunión de emergencia. "La gente no debe dudar que haremos todo lo necesario para restaurar el orden en las calles británicas y hacerlas seguras para la gente de bien," sostuvo el mandatario.
Finalmente se reveló que el uso de equipos como el BlackBerry ha sido fundamental en la organización de los actos vandálicos.
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