Enero pasado marcó el final de cinco años de beneficios fiscales para los estudios de diseño de videojuegos en Francia, uno de los pocos países que ofrecía esta clase de ayuda en el contexto de la Unión Europea. La Dirección General de competencia ha impulsado un veto para dicha deducción y, en consecuencia, no hay indicios de que se renueve la medida, por lo que las casas de desarrollo dejarían de recuperar hasta 20% de sus costos de producción.
Quantic Dream, una de las compañías galas más importantes de la escena del entretenimiento electrónico y creadora del vanguardista título, Heavy Rain, amenazó con migrar a Canadá y advirtió que eliminar la ayuda supondría un error histórico cuyo impacto se dejaría sentir por todo el continente, incluyendo a productoras de la talla de Ubisoft.
De acuerdo con diversos informes, las autoridades se niegan a usar dinero de los contribuyentes para perpetuar este tipo de ventajas considerando la grave situación financiera por la que atraviesa toda la región, el advenimiento de las elecciones en Francia y el hecho de que la Unión Europea en realidad no avala este tipo de facilidades para países particulares, pues teóricamente merma las condiciones de igualdad sobre las cuales está construido el bloque económico.
Sobra decir que fuentes allegadas al asunto aseguran que reina un clima de gran preocupación entre todas las empresas de desarrollo de la Eurozona, especialmente en Francia, pero también en Inglaterra, donde hasta 40% de los exempleados de la industria del entretenimiento electrónico busca refugio en países con facilidades fiscales.
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