A partir del éxito logrado con la recaudación de fanáticos de Tim Schafer hace algunas semanas, otros han tratado de emular el fenómeno, alimentando la idea de que quizá los días de las grandes distribuidoras están contados, pero el creador de Psychonauts y Grim Fandango reiteró anoche en una conferencia ofrecida en Nueva York, que eso es falso, pues si bien la colecta es una alternativa útil, sólo funciona bajo circunstancias particulares y con proyectos que ya fueron ignorados por las compañías importantes.
Pienso que es una excelente forma de hacer realidad cosas que antes no podían ocurrir, y no pienso que le quite nada a las distribuidoras. Las cosas que puedes hacer con Kickstarter son a menudo las que tienen una historia especial, explicó Schafer. [Proyectos como] Wasteland 2 ésas son cosas que las productoras ya han ignorado. No es como si llegaras a arrancarles un pedazo de mercado todavía.
Cabe recordar que el proyecto para hacer un juego de aventura emprendido por Schafer sumó más de 3 millones de dólares y el de Wasteland 2 lleva ya más de un millón, cuando sólo necesitaba $900,000, y restando 24 días de donación. Ahora bien, el presupuesto de un título promedio, digamos Psychonauts, asciende a más de $10 millones de dólares, así que, efectivamente, no se están juntando cantidades astronómicas que realmente puedan competir con las que invierte un EA o Activision.
Hablamos de casos muy especiales, respaldados por mentes privilegiadas de la industria, quienes presentaron secuelas para juegos de culto. Una situación muy diferente será, seguro, la de los jóvenes independientes y sin credenciales quienes aspiren a obtener el favor de las personas. Dicho lo anterior, sí se ha abierto la puerta para propuestas de tradición otrora olvidadas y ése es un buen comienzo.
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