De los métodos de distribución en la historia de Nintendo, WiiWare ha sido el más controvertido, con imposiciones de espacio debido a limitantes de la consola, además de un complicado proceso de certificación, y el que se deban vender al menos 6,000 copias antes de recibir cualquier pago por parte de Nintendo. Desarrolladores como Team Meat, o el célebre Trent Osner, han externado su malestar y a las numerosas quejas se suma Nicalis, distribuidor independiente que canceló el lanzamiento de La-Mulana, pues es casi imposible vender suficientes unidades en WiiWare.
Tyrone Rodriguez, director de Nicalis, argumenta que el estudio creador Nigoro pasó dos años de agonía intentando hacer funcionar el DLC para el juego y por ello lograron lanzarlo apenas el año pasado en Japón, pero la razón principal del retraso, desde que comenzaron el proyecto en 2008, se debió a que La-Mulana nunca pasó el proceso de certificación de Nintendo, ya que tenían como imposición arreglar los desperfectos del contenido descargable. Al final, fue un círculo vicioso.
Lo preocupante, según Tyrone, es que ya no queda audiencia significativa en WiiWare, y menos en comparación con Xbox LIVE Arcade y la tienda de PSN, y explica que la plataforma digital de Nintendo ostenta una ínfima fracción de lo que tenía en 2008, desde entonces ha decaído dramáticamente y la gente se ha mudado a otras plataformas. Es con tales argumentos que Nicalis decidió buscar nuevas alternativas, "en favor de una plataforma más prometedora".
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