Una partida de Call of Duty se transformó en emergencia cuando los habitantes de un poblado sueco confundieron un acalorado duelo del popular FPS con un crimen, al escuchar gritos de auxilio provenientes del interior de una casa; así lo reportó el diario escandinavo The Local.
Sin saber que sólo se trataba de unos chicos emocionados con su juego, los vecinos llamaron a la policía. Minutos más tarde, 10 oficiales armados arribaron al lugar y entraron en el domicilio, pistola en mano, esperando lo peor.
Los policías ordenaron a los chicos poner las manos en la cabeza y salir de la casa. Una vez afuera, la situación se esclareció y todo quedó en un susto, aunque no está de más pedirles a los jugadores de este tipo de títulos que moderen el volumen y los gritos para evitar que se repitan eventos como este.
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