Una investigación conducida por la profesora Elisabeth Hayes y el profesor Sinem Siyahhan en la Universidad Estatal de Arizona, demostró que los videojuegos pueden ser positivos para la dinámica familiar; especialmente durante la pubertad de los hijos, pues abre canales de comunicación y fortalece lazos, siempre y cuando la experiencia sea compartida.
Siyahhan asegura que entre los 10 años de edad y los 14 años de edad, los hijos buscan cierto nivel de independencia y encuentran en los videojuegos un escaparate y un lugar de aislamiento, así que los padres pueden usarlos como una herramienta o un puente.
"Los padres se pierden de una gran oportunidad cuando no quieren jugar con sus hijos", explicó Hayes. "A menudo los padres no entienden que muchos juegos están hechos para compartirse y pueden enseñarle a la gente joven sobre ciencia, literatura y resolución de problemas."
"Los juegos de video se pueden convertir en un punto de conversación y no en uno de conflicto.", añadió Siyahhan. "Por otro lado, es bueno que el niño pueda enseñarle a sus papás sobre juegos. Nuestra investigación encuentra que compartir esta experiencia cultiva los lazos familiares, el aprendizaje y el bienestar."
Estos hallazgos se dan en el marco de la escala que la exposición The Art of Video Games está haciendo en el museo de arte de Phoenix. Resultados adicionales serán compartidos la noche del 31 de julio, cuando el Centro para los juegos y el impacto de la Universidad Estatal de Arizona ofrezca una noche de videojuegos para padres e hijos.
En fechas recientes dimos a conocer estudios que demostraban que los juegos eran positivos para la agilidad mental en adultos mayores, para la memoria e incluso para la corregir al gunos problemas de vista.
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