Guerra de palabras por subasta de Kingdoms of Amalur

Durante su aparición en un programa de TV esta semana, Lincoln Chafee, gobernador de Rhode Island, señaló estar poco sorprendido por el fracaso de la subasta de bienes de 38 Studios, pues el MMO, Copernicus, habría sido "un montón de chatarra".

Rhode Island inyectó más de $75 MDD a 38 Studios en 2010, con el fin de que el estudio se mudara a dicho estado y generara empleos, pero la compañía rápidamente se vino abajo y el dinero se perdió.

Chafee, quien tomó el cargo cuando ya se había hecho la multimillonaria inversión en 38 Studios, declaró que darle dinero al exbeisbolista Curt Schilling había sido una decisión "loca", motivada por el pánico.

"La gente simplemente tuvo miedo y le dio a un jugador de béisbol retirado sin experiencia en éste o cualquier otro negocio un montón de dinero de los contribuyentes.", explicó Chafee.

Por su parte, Curt Schilling, fundador de 38 Studios, quien ―por cierto― ya había llamado a Chafee "burro de proporciones épicas", contestó en Twitter que el gobernador no tenía idea de lo que estaba hablando y nunca la tuvo.

"Cualquier decisión que pierde es 'mala' en retrospectiva. Apuesto que a Rhode Island quisiera rehacer su elección de gobernador también.", añadió Schilling, al aludir al 11% de aprobación que Chafee tiene entre los residentes de Rhode Island en estos momentos.

La citada subasta, organizada por Rhode Island, pretendía recuperar algo de lo perdido mediante la venta de Kingdoms of Amalur, Project Copernicus y sellos de Big Huge Games como Rise of Nations y Rise of Legends. Al final, sólo estos 2 últimos se vendieron generando $320,000 USD, que son nada cuando consideramos la enorme deuda.

Obviamente, Curt Schilling, quien está más que quebrado, y los organizadores de la inversión ahora son objeto de una demanda. Aun con eso, la pérdida difícilmente será recuperada, en lo que puede catalogarse como una de las infamias más grandes en la historia de la industria, pues los pobladores de Rhode Island tendrán que pagar impuestos extra por décadas para subsanar el daño causado por un estudio de videojuegos.