De acuerdo con un supuesto exempleado de LucasArts, Free Radical Design fracasó rotundamente en el desarrollo de Battlefront III y para cuando el proyecto fue cancelado no estaba 99% terminado, como señaló la semana pasada Steve Ellis, cofundador del estudio.
Ese asunto de 99% es una mentira absoluta. Un estimado generoso diría que [el desarrollo] estaba en 75% de un juego mediocre, sostuvo la fuente.
Yo estaba en LucasArts durante ese tiempo, trabajando en Battlefront III, y lo recuerdo bien. Todos, desde productores hasta gente de marketing, estábamos comprometidos 100% con lograr que la relación [con Free Radical Design] funcionara, continuó el informante. Estábamos desesperados por una secuela de siguiente generación de Battlefront. La acusación de que nosotros lo saboteamos por razones financieras es ridícula. La franquicia Battlefront era muy rentable en el momento.
El informante asegura que el atraso en el desarrollo de Haze le quitó recursos a Battlefont III durante la primera mitad de su ciclo de producción y el juego sencillamente nunca funcionó. Free Radical dejó pasar fechas de entrega y no mostró algo que no fuera uno que otro nivel y un solo modo de juego con fallas que atribuyó a problemas con sus consolas de desarrollo, pero cuando LucasArts pidió que las enviaran a Estados Unidos para verificar, nunca lo hicieron. Y aún así LucasArts les pagó bonificaciones por trabajo incompleto, señaló el informante.
El fracaso de Battlefront III fue trágico para todos los involucrados, y más para los fans dijo la fuente. Hay culpas para repartir desde muchas perspectivas. Pero no dejaré que Steve Ellis se haga la víctima por la parte que Free Radical jugó en el asunto. Sugiero que todo mundo tome esto como algo anecdótico a recordar con cerveza en vez de arrojar piedras en público, concluyó.
Star Wars: Battlefront III supuestamente comenzó su desarrollo en 2006 y debió estar listo para 2008 pero nunca salió, y es verdad que hasta la fecha Free Radical ha puesto la culpa en cualquier cantidad de factores externos por todo lo que no logró o quedó a deber como estudio, aunque quizá la historia verdadera y completa de su cierre nunca se conozca.
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