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Por cada juego exitoso en la industria de los videojuegos hay muchos más que mordieron el polvo y que por una u otra razón fracasaron, tal vez no en su lanzamiento pero posteriormente. Es el caso de Kingdoms of Amalur: Reckoning, juego de rol, acción y aventura en un mundo de fantasía que parecía una apuesta ganadora pero que no tardó en sucumbir ante las malas decisiones de los directivos. A 9 años de su caída, el juego vuelve a dar la nota pues los empleados de 38 Studios por fin recibieron su último pago.
La desgracia de Kingdoms of Amalur: Reckoning por fin cerrará su ciclo
De acuerdo con un reporte de Jason Schreier, periodista de Bloomberg, cerca de 400 extrabajadores de la difunta compañía 38 Studios recibieron su último cheque por concepto de la deuda que se tenía con su personal luego dela declaración de bancarrota en mayo de 2012. Según la información, tras 9 años de juicio y acción en tribunales, los trabajadores de la compañía que creó Kingdoms of Amalur: Reckoning recibieron sus pagos luego de que un tribunal de Delaware cerrara el proceso en que se vio involucrada la compañía, sin embargo, las cantidades recibidas fueron del 14 o 20% de lo que en realidad se les debía.
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Malas decisiones y despilfarro acabaron con Kingdoms of Amalur: Reckoning
Por si no lo sabes, Kingdoms of Amalur: Reckoning nació como un ambicioso proyecto del otrora beisbolista Curt Schilling, quien quería hacer un videojuego que compitiera con títulos de fantasía como World of Warcraft, además de que buscaba aprovechar el ascenso en la popularidad de los videojuegos y su potencial como negocio. Precedido por su trayectoria en las Grandes Ligas, el proyecto de Schilling, que tomó forma a través de la compañía 38 Studios, atrajó el interés del gobierno estatal de Rhode Island, quien ofreció $75 MDD para que la empresa se mudara ahí.
La mudanza tuvo lugar, el dinero llegó y Kingdoms of Amalur: Reckoning debutó en febrero de 2012 y logró más de 1 millón de copias vendidas en 90 días. Sin embargo, los directivos de 38 Studios se dedicaron a despilfarrar el dinero y el proyecto se vino abajo; 3 meses después la compañía estaba en quiebra y sus directivos, incluyendo Schilling, simplemente huyeron sin atender las necesidades y deudas que tenían con los trabajadores.
Ahora, tras 9 años, el último pago llegó pero la desgracia sigue para algunos de los empleados y es que hubo casos en que los cheques llegaron a domicilios antiguos en los que ya no viven los creativos que participaron en Kingdoms of Amalur: Reckoning.
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