Review

Farming Simulator 15

Un juego que capta a la perfección el aburrimiento de la agricultura
LEVELUP 6 Malo

PROS:

Minuciosa simulación del trabajo agrícola

Maquinaria realista y detallada

CONS:

Tedioso y exasperante

Mala progresión

Gráficas obsoletas. Pésimos modelos de humanos y ganado

Verdadero fenómeno en países como Alemania y Suiza, Farming Simulator 15 celebra esta semana su lanzamiento en consolas, y qué mejor manera de estar a la altura de la ocasión que presentar a los lectores nuestra experiencia con uno de los títulos más extraños y ajenos a la idea de que los videojuegos deben ser divertidos. A pesar de su innegable compromiso con la simulación hardcore de cultivos y tractores, en la que alcanza notas muy altas, Farming Simulator 15 es tan aburrido como su nombre lo sugiere: sin duda, un título que tiene éxito en reflejar los aspectos más ingratos de la vida del campo y ninguna de sus diversiones.

¿Qué es Farming Simulator 15? Se trata de la quinta entrega de la recreación más realista y detallada actualmente existente sobre los retos de administrar y trabajar en una granja moderna. Su creador, GIANTS Software, es una compañía suiza especializada en simulaciones de todo tipo, incluyendo compañías de demolición y resorts alpinos, pero, por alguna razón, su éxito más grande ha sido la serie Farming, la cual es descrita por ellos como un título "casual" con un acercamiento "arcade" al reto de administrar una granja. Santo Dios. Uno no quisiera imaginarse cómo sería este juego si fuera "hardcore".

El reto de la vida agrícola
El reto de la vida agrícola

A pesar de su nombre inglés, el título alemán de este juego es más honesto: Landwirtschafts-Simulator, que quiere decir "Simulador de agricultura" y no tanto "Simulador de granjas". A pesar de la presencia limitada de la cría de vacas y pollos, el verdadero quid es el cultivo: básicamente, se trata de una recreación detallada de los retos del trabajo de la tierra. El objetivo básico es no caer en bancarrota y eventualmente expandirte; para ello, es necesario poner a trabajar tus tractores para realizar todos los pasos del trabajo de un campo: arado, siembra, fertilización, cosecha y venta de toda clase de cultivos.

El verdadero quid de este juego es el cultivo

Todo esto suena bien, pero, ¿en qué consiste específicamente el juego? Farming Simulator 15 es esencialmente un simulador de conducir: todo el trabajo del campo se basa en utilizar de diversos tipos de tractores y máquinas automotrices para pasarlos sobre los campos y transportar los productos de la actividad. Así que, en esencia, Farming Simulator se reduce en muchos casos a la no muy grata actividad de subir a un tractor e intentar cubrir el área de un campo con el instrumento elegido. El primer paso en todo campo es el arado: así que necesitas subir a tu tractor, insertar el arado y la pesa (el simulador es tan realista que necesitas colocar un contrapeso en el tractor para poder usar el arado en el lado contrario) y pasar varios minutos conduciendo en zigzag para crear zurcos. Increíble. El siguiente paso es utilizar el cultivador para sembrar las semillas: de nuevo, subir a un tractor, ir al dispensador de semillas y llenar tu carga, desplegar el cultivador y cubrir el campo. Siguiente paso: fertilización. El procedimiento es prácticamente idéntico, pero con un vehículo especial para el fertilizante. Siguiente paso: esperar a que crezcan tus cultivos. Este paso es el más aburrido, al menos en el inicio, cuando tienes pocos campos y un ciclo muy limitado de cultivos. Asimismo, toma mucho tiempo.

Lo mejor del juego es la maquinaria
Lo mejor del juego es la maquinaria

Finalmente debes cosechar. El método de cosecha depende por supuesto del cultivo: el trigo o la canola, los más genéricos, necesitan una trilladora; las papas necesitan una excavadora (están bajo tierra, claro), las cañas una cortadora, etc., etcétera. La cosecha es, por supuesto, un proceso realista: no puedes simplemente revolver todo un campo y llevar tus papas al mercado: tienes que extraer todo el cultivo posible para tu máquina y luego ir al vagón de depósito, extender el brazo dispensador de tu aparado de cosecha y llenarlo, para después llevar tu producto a un silo especializado o ir directamente al foso de venta para convertir tus amados vegetales en euros constantes y sonantes (sí, es un juego europeo al fin y al cabo). Como extra, puedes convertir el heno y la paja en pacas para vender o alimentar a tu ganado. Felicidades: has comprendido el ciclo de la agricultura moderna.

Las mecánicas de juego de Farming Simulator 15 son presentadas en un tutorial hasta cierto punto divertido, en el que aprendes a arar, sembrar y cosechar trigo, papas, caña y demás, empacar heno, así como preparar el ensilaje o mezcla para alimentar a las vacas. El problema, sin embargo, es el salto al modo "carrera", es decir, el modo de simulación propiamente dicho en el que buscas acrecentar tu riqueza. Lo negativo no sólo es el tedio de las actividades agrícolas, sino el aburrimiento de esperar el crecimiento de los cultivos sin nada qué hacer. Existen misiones secundarias para ganar algo de dinero extra, pero ninguna está disponible al inicio debido a que no tienes la maquinaria indispensable para realizarlas. Por lo tanto, tus inicios como granjero son un infierno. Eventualmente, y si tienes habilidad para administrar, además de una paciencia extrema, podrás comprar más campos, comenzar a vender leche y huevo, y tener un emporio agrícola completo.

¡Sólo te faltan 500 hectáreas más!
¡Sólo te faltan 500 hectáreas más!

En cuanto al factor diversión, Farming Simulator 15 es tan árido como suena. Es como si tomaras el minijuego de acomodar cajas de Shenmue e hicieras un juego entero basado en esa experiencia, sin ningún aspecto extra. El juego es esencialmente trabajo, trabajo, trabajo. No sorprende ver entonces a los lobbys de multijugador cooperativo lleno de servidores alemanes llamados "Arbeit" (trabajo), pero cualquier mentalidad cuerda de otras nacionalidades definitivamente comienza a cuestionarse la idea de simular las faenas más tediosas de la profesión más aburrida del mundo sin darte ninguna, absolutamente ninguna de sus distracciones. No puedes siquiera montar un caballo en este juego. Realmente, Farming Simulator es la horrible esclavitud del trabajo agrícola industrial contemporáneo, una especie de fábrica, hecha para ganar dinero imaginario a cambio de un tedio que es lamentablemente demasiado real.

El aspecto más fuerte de Farming Simulator es el realismo y la dedicación en recrear la maquinaria real que se utiliza en la agricultura europea. Marcas de tractores, arados, pesas, surtidores y todo tipo de maquinaria han sido recreadas con lujo de detalle. Pero la simulación no sólo es estética sino funcional (es verdad que no a 100%) e incluso económica, con precios acordes al mercado. En este aspecto, el juego es una maravilla obsesivo-compulsiva.

El realismo en cuanto a marcas y equipo es impresionante
El realismo en cuanto a marcas y equipo es impresionante

El apartado gráfico y de sonido es quizás el más débil de este título. La recreación de instrumentos de labranza y máquinas es muy acertada y bella, pero los modelos de personas y ganado simplemente dan risa. Otro tanto ocurre con la arquitectura barata de tu granja. Se trata de un juego con una muy desigual atención al entorno: recrea con acierto la textura de la tierra antes y después de ser trabajada con el arado o la trilla, pero tu casa parece sacada de Morrowind. En cuanto al sonido, esperemos que te guste el ruido de motores y arados, porque es lo único destacable.

Desigual atención al entorno

Farming Simulator es difícil de juzgar. No parece justo condenar su aburrimiento simplemente por el hecho de que, en el fondo, simular el aburrimiento es su objetivo. Y vaya que tiene éxito en su minuciosidad: por algo ha sido un fenómeno entre las más obsesivo-compulsivas de las naciones germanoparlantes. En ese sentido, no es justo atacarlo por ser aburrido. Sin embargo, sí es posible criticar su pésima progresión, sus pobres entornos y su inconsistencia gráfica y de diseño. Sus diseñadores han confesado en recientes entrevistas que siguen sin explicarse cómo es un fenómeno en sus países de origen y todavía no se ha popularizado en el resto del mundo occidental. En general, creo que no sólo se necesita un tutorial, sino una simulación más atractiva de la vida del campo (la ganadería sigue siendo muy escueta) y mejorar los problemas de progresión para hacerlo verdaderamente atractivo. Sin duda, lo más aburrido que he jugado en años, pero un título con méritos que sería injusto no mencionar. No recomendable para humanos.

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