Assassin's Creed III es el quinto título en la saga y nos transportará a un periodo histórico muy distinto a los anteriores, aunque seguiremos explorando la trama de la misma estirpe de asesinos que se ha visto involucrada en un extraño juego de poder iniciado por una civilización súper avanzada que prácticamente ha desaparecido de nuestro planeta. Ubisoft ha prometido que el título estará tan lleno de detalle y nuevos elementos que incluso los fanáticos más hardcore tendrán un gran reto en sus manos. Una de las promesas que muchos esperamos es ver a Desmond jugar un papel más activo en la historia y finalmente, ser parte importante en el desenlace de toda la saga, después de que los protagonistas anteriores le pasaran la proverbial antorcha a Miles.

Como ya es costumbre en la serie, deberás dividir tu tiempo entre los acontecimientos que Desmond vive dentro del Animus, una máquina diseñada para permitir al usuario experimentar las vivencias de sus antepasados gracias a su memoria genética, y el presente, en el que este ex-bartender se enfrentará a un gran misterio que esconde la única oportunidad que tiene la humanidad de sobrevivir a un cataclismo que ocurrirá el 21 de diciembre de 2012, además de lidiar con algunos problemas familiares con su padre y la culpa por haber matado a la que él consideraba una valiosa amiga y aliada.

Al comenzar, tendremos control sobre Haytham Kenway, un inglés de clase alta que, aunque se maneja de manera muy parecida a los protagonistas anteriores, posee una actitud un poco más arrogante y no tiene problemas para iniciar peleas a la menor provocación. Después de un rápido y sencillo asesinato, Haytham tendrá que viajar a América para investigar una bóveda que podría esconder secretos de La Primera Civilización. Tengo que recalcar que toda esta parte es terriblemente aburrida, especialmente el primer segmento del viaje en barco, cuando el protagonista se ve obligado a platicar con parte de la tripulación para descubrir un supuesto motín.

Después de algunas misiones que te tomará un par de horas completar, recibirás una enorme sorpresa: tomaremos el control del verdadero protagonista, Connor Kenway, hijo de Haytham y de una india de la tribu mohicana. Durante las primeras misiones manejarás una versión infantil de Connor en actividades como encontrar a tus amigos y enseñarle a un inútil a cazar y a moverse por el bosque, y aunque es obvio que toda esta sección es un tutorial para aprender a utilizar las nuevas mecánicas, no deja de ser terriblemente fastidioso. Y cuando toda la trama de los Asesinos contra los Templarios durante la Guerra de independencia estadounidense comienza a desarrollarse, no dejar de sentirse que muchas situaciones y personajes fueron metidos a fuerza, sin cuidar la coherencia de la trama.

Estamos frente a un combate mejorado y ahora podrás demostrar tu superioridad marcial mediante un entretenido sistema de contraataques que te permitirá acabar con cualquier enemigo de manera sencilla y espectacular. Básicamente, cuando un enemigo te ataque deberás presionar un botón para bloquear su golpe, tras lo que podrás decidir entre desarmarlo, lanzarlo o atacarlo con tu arma principal o secundaria, a menos que se trate de algún tipo de adversario avanzado, a los que será necesario rodear o atacar con una patada para romper su guardia y poder darles el golpe de gracia.

Connor utilizará una gran variedad de armas, incluyendo hachas, mazos, espadas, cuchillos, dagas y otras herramientas punzocortantes, además de un arco en lugar de la clásica ballesta de la saga de Ezio, pero lo que destaca es la posibilidad de cargar mosquetes y pistolas para ataques de largo alcance. Lo malo con las armas de fuego es que, a diferencia de las increíbles muñequeras de Ezio, Connor tiene que recargarlas manualmente a la usanza del periodo, tardando varios segundos entre un disparo y otro, lo que prácticamente acaba con su uso dentro del juego. Y sí, sé que el realismo histórico es básico en la serie, pero si Altair encontró el secreto de las armas de fuego en la Manzana y posteriormente lo compartió con la Orden, no entiendo por qué Connor tiene que sufrir esa estúpida mecánica.

Uno de los cambios más importantes en Assassin's Creed III es la ambientación, ya que de entrada, las ciudades serán mucho más pequeñas que en entregas anteriores y su arquitectura te obligará a moverte de manera distinta, especialmente porque los techos son de 2 aguas, no superficies planas y si te descuidas terminarás saltando hacia un lugar distinto al que necesitas ir o incluso cayendo del edificio sobre el que estás corriendo. Por otro lado, el juego incluye grandes secciones de mundo abierto conocidas simplemente como la Frontera, donde la mecánica de free-run tomará un giro realmente fresco, ya que Connor podrá viajar sin ser detectado por las copas y ramas de los árboles (como una especie de elfo letal), que formarán caminos muy ingeniosos desde los que podrá acechar a sus víctimas y presas. Durante estas secciones se hará evidente el cambio en la mecánica de correr, ya que a diferencia de juegos anteriores, solamente deberás presionar uno de los gatillos para navegar por los árboles (o los tejados) sin tener que utilizar el botón de salto al inicio ni durante estas secuencias.

Una más de las nuevas actividades disponibles será la cacería, por lo que Connor deberá buscar, matar y desollar a cuanta criatura silvestre se cruce en su camino y esto le permitirá obtener materiales para hacer todo tipo de items y objetos útiles, que posteriormente podrá vender. Para cazar, el juego te da la oportunidad de buscar e interpretar pistas, poner trampas y cebos para atraer animales y matarlos, aunque también está la opción de simplemente correr por allí lanzando flechas o disparando sobre ellos, aunque eso dañará sus pieles y estas perderán valor.