A lo largo de los últimos años, la tendencia en materia de juegos de rol ha cambiado de manera significativa. Buena parte de esta clase de títulos ahora es creada por desarrolladores occidentales y son ellos mismos quienes se encargan de introducir, poco a poco, elementos apetecibles para los jugadores alrededor del mundo. Los japoneses están conscientes de este factor y recientemente, se han dedicado a tratar de combinar lo mejor de las 2 divisiones del género: historias en escenarios futuristas con muchos toques de anime. Quizás el mejor ejemplo de lo anterior es Xenoblade Chronicles, aunque el título que probé esta vez también hace un gran trabajo en este ámbito.

Tales of Xillia 2 nos recibe con un menú sencillo pero muy completo. Al comenzar la partida, podemos modificar un sinfín de parámetros, como la aparición de subtítulos, la velocidad de rotación de cámara, la dificultad de las batallas, la vibración del control, la configuración de los botones y el volumen de la música, los efectos de sonido, la voz y los cinemas; esto habla bien de los desarrolladores. Es evidente que se tomaron la molestia de incluir todas estas opciones para que los usuarios estén lo más cómodos que sea posible durante la larga aventura que aguarda.

Una vez completada esta parte, vemos al protagonista, Ludger Will Kresnik, en medio de una pelea con un personaje desconocido con aspecto de sombra. Es aquí donde el juego nos ofrece un tutorial básico sobre cómo actuar en las batallas. Dependiendo del botón que presionemos podemos defendernos, atacar, cambiar de objetivo o ejecutar un combo, todo en un espacio abierto en el que es posible movernos libremente. Pero al final, no importa cuánto lo intentemos, estamos destinados a perder. Esta clase de combates en los que el ganador está designado de antemano es un tradición muy antigua del género, y es un buen detalle que se haya incluido como referencia.

Cuando el oponente misterioso está a punto de darnos el golpe final, todo se pone en blanco y Ludger despierta en su cama para darse cuenta que fue un sueño. A partir de este momento, el juego comienza a abrirse y nos deja explorar el mapa de la corporación Spirius en el que el protagonista vive, no sin antes recibir otra introducción rápida. En ella se nos da un repaso de varios de los elementos que tendremos a nuestra disposición, como el menú general, en donde podemos cambiar las armas y la ropa de nuestro personaje, y el comportamiento de los aliados en las peleas, así como el proceso para acceder a la Library, que muestra la lista de eventos, una enciclopedia para conocer información adicional del primer Tales of Xillia y los datos de los enemigos e ítems.

Conforme avanzamos en el juego, nos damos cuenta de algunas peculiaridades. Por ejemplo, a diferencia de otros títulos de rol, las batallas en el mapa no son aleatorias, ya que uno decide si pelear o no con un enemigo con tan solo tocarlo o esquivarlo. También nos topamos con los puntos de control, los cuales llevan por nombre Memory Rings; es en ellos donde salvamos nuestra partida, aunque también existe una característica denominada Quick Save que funciona del mismo modo que en las entregas portátiles de Castlevania y con la cual podemos guardar nuestro avance en cualquier punto. Sin embargo, una vez retomado el juego con este archivo especial, se borrará automáticamente, por lo que deberás salvar de la forma convencional para no perder tu avance.

En cuanto al sistema de combate, su fortaleza más clara son los ataques denominados Artes, que consisten en movimientos especiales o hechizos. Cada uno usa cierta cantidad de Technical Points, los cuales se obtienen y se recargan al bloquear o asestar ataques básicos, por lo que será de vital importancia saber administrarlos entre los miembros de nuestro equipo, cuyo cupo máximo es de 4. También existe el Assault Counter, un dígito que indica cuántos ataques consecutivos podemos hacer. Algunos objetos disponibles en las tiendas esparcidas por todo el mundo nos ayudan a rellenar este valor.

Un punto interesante a mencionar es que todos los videos usados para contar la historia se nos presentan en forma de anime, algo que nos recuerda mucho a los RPG de antaño, especialmente a títulos como Chrono Trigger.

Las decisiones ocasionales determinan las batallas de las que formaremos parte, así como nuestra relación con los NPC

También cabe resaltar el sistema de decisiones que, a pesar de no ser tan complejo como el de Mass Effect, puede llegar a cambiar un poco el rumbo de la aventura, pues las decisiones ocasionales determinan las batallas de las que formaremos parte, así como nuestra relación con los NPC (Non Playable Characters).

Las misiones secundarias también son algo que se disfruta en buena medida. Están enfocadas en un personaje en particular, por lo que al completarlas, la afinidad de Ludger con él aumenta y así puede aprender nuevas habilidades y desbloquear escenas adicionales. Una de estas búsquedas abre una opción llamada Kitty Dispatch, con la que es posible enviar gatos a lugares de otro modo inaccesibles a fin de que busquen objetos raros por nosotros.

Tampoco está de más mencionar que Tales of Xillia 2 puede disfrutarse de manera cooperativa por hasta 4 personas distintas. Lamentablemente esta modalidad se vuelve tan compleja de coordinar que al final querrás que tus aliados sean controlados por la inteligencia artificial y disfrutar sólo la aventura. Por fortuna, esto no es impedimento para que el juego pueda sobresalir por sí mismo como una carta de amor hacia los fans de la serie, además de que cuenta con elementos tan variados que es casi imposible que deje insatisfecho a cualquier jugador asiduo de los JRPG. Si no guardan empatía por el género, por el contrario, no encontrarán aquí mucho entretenimiento.