Mafia III PlayStation 4

Hace unos días tuve oportunidad de visitar las oficinas de 2K en California, donde a varios miembros de la prensa nos presentaron un demo de Mafia III. Lamentablemente, no pudimos poner las manos encima del juego, pero lo que vimos nos dejó con ganas de más, aunque también levantó varias dudas respecto al rumbo que seguirá la franquicia.

Han pasado 5 años desde que Mafia II salió al mercado y aunque fue recibido con buenas críticas, no logró posicionarse entre las mejores entregas de mundo abierto. Ahora, un nuevo estudio, Hangar 13, toma las riendas del desarrollo y debido a que cuentan con un gran número de personas que habían trabajado en los primeros títulos, buscan crear un juego más grande y profundo pero, sobre todo, vivo.

El demo comenzó con el protagonista, Lincoln Clay, caminando por las calles de Nueva Orleans, un veterano de Vietnam que busca venganza contra la mafia italiana que domina la ciudad. Las razones de su sed de venganza se nos muestran brevemente en el trailer de anuncio liberado hace un par de semanas, pero no pudieron explicarnos más. Lo primero que noté fue que el motor de juego es mejor; si bien Mafia II lucía bien y explotaba varios aspectos gráficos, sobre todo la física, en esta ocasión los desarrolladores pulieron el motor de principio a fin. La ciudad luce y se siente como una Nueva Orleans algo sucia, húmeda, llena de gente en las calles, con luces de neón y con un sentimiento de fiesta infinita; tú, como el protagonista, empiezas a recorrer y conocer cada aspecto de esta urbe a la que llamas hogar.

Uno de los aspectos que más llamó mi atención fue una interacción que ocurre al inicio: Lincoln camina por una calle y ve a un policía que bloquea el paso para redirigir a la gente porque otro policía parece estar en un altercado con una pareja afroamericana. Lincoln tiene oportunidad de intervenir si presionas uno de los botones, pero en el demo que nos mostraron, prefirió ignorar la situación y seguir su camino. Esto puede parecer algo sin importancia, pero nos demuestra 2 elementos de mucho peso: el primero es que la historia se sitúa a finales de los años 60, cuando el racismo y la segregación eran algo común en Estados Unidos, lo que los desarrolladores se esforzaron por retratar. El segundo se refiere más al gameplay, específicamente respecto a los eventos aleatorios. Los desarrolladores nos explicaron que la ciudad contará con muchos sucesos no scripteados, es decir, que suceden sin necesidad de que los actives. En este caso, si Lincoln hubiera intervenido en el altercado, se hubieran desatado sucesos más violentos, que terminarían con la policía abriendo fuego hacia ti.

El motor de juego es mejor

Después de mostrarnos un poco del poder gráfico mediante muchísimos detalles en las paredes como pósters y grafitis contra la guerra, así como en el aspecto de cada persona, con su estilo y vestimenta características, Lincoln llegó a su destino: un club de jazz donde se alojaba uno de los traficantes que controlan la zona. Los desarrolladores nos dijeron que el protagonista tendría varias formas de acceder al club; en el demo se dirigió a la puerta principal, que estaba custodiada por varios guardias que lo reconocerían de inmediato y al acercarse le prohíben el acceso, así que intentaron por la parte trasera, donde sólo estaba uno de los lacayos del traficante. También hay una entrada secreta a la que es posible acceder con un bote, pero no quisieron dar más información porque quieren que el jugador investigue cómo lograrlo.

Al llegar a la puerta trasera la reacción de Lincoln fue atacar brutalmente, clavando un cuchillo en el cuello y luego en la cara del ayudante del mafioso. Esto nos enseñó un poco de cómo será el combate cuerpo a cuerpo, pero debido a que fue una muerte silenciosa, quien tenía el control en las manos sólo tuvo que presionar un botón y el juego se encargó del resto, así que nos quedamos con ganas de saber cómo serán los encuentros cuando no haya armas de por medio. Lo que puedo asegurar es que los desarrolladores buscaron dar un toque sangriento y brutal a los asesinatos, algo típico de la mafia.

Una vez dentro del complejo nos explicaron que en el mapa existen zonas que deberás “limpiar” para después apoderarte de ellas. Estos lugares están repletos de enemigos y vimos a Lincoln acabar con todos los guardias, así como buscar al traficante, que se encontraba custodiado por más guardias. Piensa en estas áreas como pequeñas hordas de enemigos que saldrán de todos lados y a los que tendrás que eliminar si quieres controlarlas. Los desarrolladores nos dijeron que el jugador elegirá la forma de liberar estas zonas, ya sea entrar disparando a todo lo que se mueva o buscando un acercamiento más sigiloso; de cualquier manera, parece que siempre terminarás sacando tus armas.

Nos quedamos con ganas de ver más de Mafia III

Cuando el complejo está en tu poder, accedes a otra característica única de Mafia III: la posibilidad de entregar la zona a cualquiera de tus 3 aliados, Cassandra, Burke o Vito —un nombre conocido si jugaste Mafia II—. Cada aliado tiene características únicas, ya sea armas, fuerza bruta o influencia sobre la policía. No sabemos qué más podrían ofrecer ni cómo afectará la historia si privilegias a alguno de ellos, pero nos dieron pistas de que será de suma importancia elegir a quién quieres de tu lado.

Mafia III luce muy bien y aunque nos sorprendió con la forma en que se plasma el sentimiento de los 60, con los autos, la vestimenta y los diálogos, lo que terminó por convencernos fue la increíble banda sonora, que hasta ahora incluye nombres como Jimmy Hendrix y The Rolling Stones. Lamentablemente, aún nos quedan dudas sobre el resultado final, pues con juegos del calibre de GTA y The Witcher nos queda claro que una entrega de mundo abierto no sólo significa un gran mapa. Más allá de la dimensión del mundo, lo importante es que se sienta vivo, que esté lleno de cosas por hacer que parezcan naturales y que no sea cuestión de ir y venir, matar gente o recolectar cosas hasta el cansancio.

Como dije, nos quedamos con ganas de ver más de Mafia III porque parece tener grandes elementos y estamos seguros de que Nueva Orleans no nos decepcionará.