Primera expansión DLC para el implacable título de acción de alta dificultad de From Software, Bloodborne: The Old Hunters es una pesadilla de infernal dificultad y formidable reto que ofrece interesantes posibilidades para los cazadores veteranos de este título, con poderosos jefes e impresionantes armas nuevas, incluyendo el poderoso modo bestia; sin embargo, su reciclaje de ciertos diseños y escenarios, su breve extensión y general sensación de déjà vu nos impiden considerarla excelente, sin por ello desmerecer de su alta calidad.

Poderosos jefes

The Old Hunters nos adentra más en la enigmática historia de Yharnam, en especial del misterioso grupo conocido como The Healing Church, quienes descubrieron cómo mezclar la sangre de los Ancestrales con los habitantes de la ciudad para llevar a cabo experimentos antinaturales y obtener poderes más allá de lo humano. En la expansión, descenderemos a través de ríos de sangre y pútridos laboratorios y enfrentaremos aberraciones sacadas de H. P. Lovecraft, además de tener la posibilidad de desatar nuestra bestia interior y convertirnos en monstruos nosotros mismos.

Con aproximadamente 5 horas de duración, The Old Hunters añade 4 áreas y 5 jefes, además de 11 armas melee, 5 armas de 5 jefes y 9 sets de armadura nuevos al juego base. La dificultad de esta expansión es absolutamente brutal, y, a pesar de estar disponible relativamente pronto en el juego, no recomendamos que un personaje de nivel menor a 50 siquiera intente asomar su cara por los horripilantes paisajes de la Pesadilla de los cazadores. El inicio es particularmente impresionante: a través de viejas ruinas desérticas, tu personaje ve cómo un frenético cazador da muerte a varias criaturas. Pronto se arma un pandemonio de cazadores hostiles contra bestias-lobo, del cual sólo puedes escapar subiendo hacia una catedral en ruinas. Afuera de ella, cazadores intentan obtener refugio, pero los personajes que hasta entonces parecían rudos e invencibles son aplastados con un sólo golpe de una abominación con cabeza de Cthulhu: en ese momento entiendes que el juego te da la bienvenida al apocalipsis mismo.

Como es tradición con From Software, la dificultad de esta expansión es tremenda, quizás excesiva: los one-shot kills de jefes abundan incluso para personajes con nivel altísimo en New Game Plus, y todas las mañas que esta compañía ha adquirido a lo largo de los años para darnos dolores de cabeza han regresado, con algunos nuevos trucos. Por ejemplo, abundan aquí las ametralladoras y explosivos, los enemigos de fuego, los que escupen veneno a distancia y hasta jefes del juego base como enemigos normales. Asimismo, la distancia entre áreas y "hogueras" ha sido incrementada, por lo que el acercamiento del cobarde que escapa a todos los encuentros no te funcionará. Los enemigos, en especial los cazadores, no sólo son súper resistentes sino veloces y brutales, además de introducirnos a las formas bestiales de los cazadores, increíblemente veloces y con molestos poderes, como un grito que hace bajar la guardia. En resumen: From Software ha decidido no dejar de hacernos sufrir, como es su costumbre.

El infierno de la expansión es complementado por supuesto con un impresionante diseño de escenarios hecho para hacernos perder la razón. Asquerosos ríos podridos donde aberrantes hombres-moscos se hinchan de sangre, calaveras en carne viva intentando escalar las rejas de viejas catedrales en ruinas, laboratorios oscuros llenos de monstruosidades e intentos fallidos por crear una raza de hombres-dioses: la atmósfera del juego se ha conservado e incluso se intensifica. Sin embargo, hay cierta sensación de déjà vu que aminora el impacto visual: segmentos enteros de la Gran Catedral de Yharnam están presentes vía la magia del copy-paste, y demasiados elementos se sienten como una mera extensión en lugar de un mundo distinto.

Asquerosos ríos podridos donde aberrantes hombres-moscos se hinchan de sangre

En cuanto a los jefes, de nuevo es un poco un veredicto mixto. El viejo mix de bestias/cazadores/alienígenas se conserva y no nos da demasiadas sorpresas, pero la dificultad sigue siendo imponente. Salvo el primero y hasta cierto punto el último, no hay nada demasiado espectacular. De nuevo, aunque el lore del juego sea interesante en teoría, en la práctica no tenemos ningún vínculo con esta versión sanguinolenta de The Shadow over Innsmouth de Lovecraft. En cuanto a sus patrones, son mucho menos predecibles que los del juego base, así que tendrás que prepararte para sentir una gran frustración e ira. Pero vamos, para eso jugamos Bloodborne, ¿no?

Lo mejor de la expansión son quizás las nuevas armas. Tenemos cosas como una ametralladora de mano y hasta una sierra automática transformable, mientras espadas arcanas y armas de fuego llegan para darle algo de SWAG extra a este asunto. Los nuevos sets de armadura (bueno, ropa) no son gran cosa, pero el modo bestia por fin nos aclara el enigma del stat "Beasthood", permitiéndonos alcanzar por primera vez la transformación en un ser no-humano. El modo bestia es básicamente el juego en esteroides, con altísimo daño, velocidad pero también una escasa defensa. Esta inclusión es genial y tiene muchísimo sentido por la trama y el lore, pero siento que es una característica que debió estar en el juego original, y su retraso para una expansión relativamente pequeña y sin demasiada importancia me resulta poco justificable, al menos para los veteranos que sólo podrán matar unos cuantos jefes en este modo antes de pasar a otro New Game Plus.

Bloodborne: The Old Hunters es una muy recomendable continuación del juego base, y sin duda dejará satisfechos a los fanáticos a pesar de lo corto que es. Es definitivamente mejor que las expansiones de Dark Souls II, pero no tiene ni la mitad de la imaginación de Artorias del Abismo: es más una reiteración que una reimaginación, mejora o conclusión de la experiencia original. En resumen, un DLC de alta calidad que será una hermosa pesadilla para los veteranos. Recomendado... si estás preparado para morir.