Diablo está de regreso en consolas, pero esta vez en una edición completamente nueva. La primera vez que Diablo III llegó a estas plataformas fue hace casi un año, cuando era exclusivo para PlayStation 3 y Xbox 360. Ahora, la Ultimate Evil Edition sale para la siguiente generación e incluye la primera expansión, Reaper of Souls.

En esta reseña nos enfocaremos precisamente en la versión next-gen de Diablo III: Reaper of Souls, pues ya hablamos específicamente del título previamente. Esta entrega cuenta con la primera expansión, así que es posible jugar con las 5 clases ya conocidas o con la nueva, el Crusader. Además, la edición incluye el Diablo III original, así que los 5 actos de esa entrega están presentes.

Todos se preguntarán si el juego se ve igual que en PC. La respuesta corta es no, y aquí hablaré de las grandes diferencias entre la versión para PC y para PlayStation 4. Los gráficos se ven menos definidos que en PC; de hecho, se ven un poco borrosos y la barra de habilidades tampoco cuenta con gran definición, pero eso no significa que el juego no corra a 1080p a 60 cuadros por segundo. Algo que se observa a simple vista es que algunos escenarios tienen neblina en las esquinas, un viejo truco para que no sea necesario renderear toda la imagen por completo y de esta forma no bajen tanto los fps. Otra cosa evidente es que al estar cerca de otros jugadores y muchos demonios los cuadros por segundo bajan; es imposible evitarlo, pero no arruina tu experiencia, y si juegas solo, pocas veces lo notarás. Lugares como los acueductos o el fuerte en el Acto III serán las máximas pruebas de estrés para la consola, pero como dije, no te afectará negativamente.

En cuanto a la forma de jugar, es genial dejar a un lado el teclado y el ratón para únicamente tomar un control en tus manos y emular la experiencia. No puedo pensar otra forma en que puedas disfrutar este título más cómodamente si estás en un sillón o en tu cama. La manera en la que Blizzard llevó la sensación de jugar Diablo III a un control es impecable. Cada botón tiene una función y todo trabaja excelente, ya sea atacar, usar habilidades o tomar una poción e incluso evadir, que es sólo para consolas. Utilizar el stick derecho para evadir ataques y el izquierdo para moverte es increíble, lo único malo es que siempre debes estar enfocando enemigos para que ninguno de tus ataques falle, de otra forma tal vez sólo golpees el aire hasta que te des cuenta de que no estás dañando a nadie. Sin embargo, si me das a escoger entre un control y un teclado y ratón para jugarlo, me quedo con los últimos porque no hay algo igual de preciso en consolas.

Experimentar el multijugador local es divertido, aunque es la última opción que debes usar con tus amigos, ya que si ninguno tiene un personaje en tu consola y se une a tu partida, entrará como nivel 1 sin importar el tuyo. Eventualmente te alcanzará, pero no será tan divertido para él porque no podrá hacer daño suficiente para defenderse solo. Otra solución es esperar a que tu amigo mejore su armadura y sus armas y cambie sus habilidades, pero todo toma tiempo y dado que únicamente tienen una pantalla, sólo te queda esperar a que termine. Existe un menú rápido para cambiar habilidades e ítems, pero no siempre será ideal usarlo, así que ten un poco de paciencia, y considera el hecho de que tener una sola pantalla implica que los participantes no pueden separarse. Por otro lado, debo decir que la experiencia en línea es idéntica a la de PC. Cada quien puede estar donde elija, no tienes que esperar a nadie mientras los demás cambian de equipo o de habilidades, así que en esta modalidad desaparecerá lo que tal vez no te guste de jugar en forma local. Mi recomendación es que juegues en línea.

Diablo III: Reaper of Souls – Ultimate Evil Edition está disponible tanto para Xbox 360 y PlayStation 3 como para Xbox One y PlayStation 4, pero si lo que quieres es vivir la verdadera sensación de jugar en consola, te recomiendo que lo pruebes en consolas de siguiente generación. Blizzard comentó que las actualizaciones que lleguen a la PC también estarán en consolas, así que tendrás la misma experiencia. Esta versión tal vez no sea la experiencia definitiva de Diablo III, pero, si no tienes acceso al juego en computadora, definitivamente deberías probarla.