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Precedido por 25 años de historia desde aquel primer lanzamiento, Road & Track Presents: The Need for Speed, y tras vivir una época de gloria a mediados de la primera década del siglo XXI, Need for Speed está de regreso en lo que supone un nuevo intento por encontrar el camino perdido y la identidad extraviada durante la séptima generación de consolas. Need for Speed Heat aparece ante nosotros como la tercera entrega contada a partir del reboot que tuvo la serie en 2015, bajo el desarrollo de Ghost Games, y que promete no tropezar como lo han hecho las 2 entregas anteriores. Need for Speed Heat ya está en el mercado y es momento de preguntarnos si realmente tenemos esa necesidad por la velocidad o quedó en el pasado como una época digna del recuerdo.
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El peso del pasado que carga Need for Speed
En la historia hay productos creativos que dan cuenta de una época en particular y las tendencias que existían en ese momento, mismas que eran capaces de arrastrar legiones de seguidores pero que no pudieron evitar el desgaste y se fueron diluyendo con el paso del tiempo. Sí, Need for Speed es una franquicia añeja, con 25 años de historia, pero no se puede negar que el antes y el después se marcaron a partir de Need for Speed: Underground y las entregas posteriores de esos años que sacaron todo el jugo, o combustible, posible a la escena de los arrancones y las carreras callejeras ilegales y clandestinas. Para bien o para mal, este periodo llevó a la franquicia hacia alturas insospechadas y por años fue un producto exitosísimo en la industria, pero también generó un pesado lastre a cargar del que no se ha podido desprender y desde hace muchos años, un sector importante de jugadores mide cada entrega reciente bajo preguntas como, ¿qué tanto se parece a Underground? ¿Qué tanto se parece a Most Wanted?
De ahí que Need for Speed Heat siga siendo observado bajo esta idea, aún cuando EA y Ghost Games mencionar antes del lanzamiento que tratarían de retomar raíces nacidas en la época previa a la escena de carreras callejeras, en específico Hot Pursuit. Dicho esto, podemos abordar lo que es Need for Speed Heat y su lugar dentro de una franquicia otrora exitosa y hoy sin GPS integrado.
Palm City: la fiesta y los problemas por la adicción a la velocidad
Aunque la historia no es el punto más destacado de la franquicia, ha servido como el pretexto para presentar la estructura de cada entrega, así que no hay por qué esperar algo asombroso en ese sentido, sin embargo, sí es algo que llama la atención en este caso por el tipo de propuesta que maneja Need for Speed Heat. La premisa del nuevo título de Ghost Games es básica, Palm City, ciudad inspirada en Miami, Florida, cuenta con una escena de carreras legales e ilegales y, por alguna razón, son las segundas las que han puesto en alerta a la policía por los incidentes y problemas derivados de estas competencias. De ahí que la incursión en Need for Speed Heat se divida entre correr en el día y correr en la noche para obtener recompensas específicas que solo están disponibles en cada momento.
La división entre el día y la noche en Need for Speed Heat permite que se muestren 2 caras de Palm City. En el día podemos ver una ciudad bastante amplia y con diferencias en cuestión de entornos, caminos y edificaciones que dan cuenta del trabajo que Ghost Games realizó con Frostbite. Por otra parte, durante la noche veremos una ciudad cuyos centros urbanos se distinguen por el uso de iluminaciones en colores neón que se adecuan de manera perfecta con la combinación de colores que propone Need for Speed Heat, claramente inspirada en la escena de las carreras callejeras y las modificaciones que se pueden hacer, en ese rubro, a los automóviles.
"Palm City llega a verse espectacular, aunque hay zonas que dejan qué desear"
El apartado visual de Need for Speed Heat bien puede considerarse como un reflejo adecuado de lo que pasa con Frostbite, pues hay partes de Palm City que se ven impresionantes y otras que dejan mucho que desear y que en ocasiones te hacen sentir en un juego de Playstation 2 o inicios de Xbox 360. Dado que se trata de un juego enfocado en la velocidad, es claro que no te detienes a admirar los detalles de los edificios o del campo, pero en este caso se considera el aspecto que tiene el entorno al integrarse con las carreras y ahí es donde vuelve notorio que Need for Speed Heat puede presentar visuales muy bien logrados y, al mismo tiempo, visuales con carencias evidentes, aunque sí se debe reconocer que la generación de las ciudades está muy bien lograda y pocas veces te encontrarás con la creación de texturas en camino mientras corres. Por otra parte, cabe destacar que en cuanto a los automóviles y las carreras, Need for Speed Heat muestra un buen trabajo visual y los automóviles lucen bien, con un reflejo e iluminación exacerbados que responde a la temática del juego. Después de todo, esto se trata de carreras callejeras y todos los competidores quieren lucir sus autos y las modificaciones realizadas.
Ahora bien, en cuestión de detalles visuales, Need for Speed Heat es un juego de contrastes. Por ejemplo, la presencia de lluvia era esperada dada la inspiración que Palm City tiene en Miami, pero no hay nada más allá del efecto que se puede ver, pues al pasar por charcos o partes ligeramente inundadas no hay impacto alguno por el paso del vehículo a alta velocidad. Al mismo tiempo, no hay mucho qué decir que no se haya logrado ya en la franquicia, los efectos de cámara al aumentar la velocidad de forma vertiginosa, y más cuando se usa nitro, son muy buenos y dan esa sensación de estar a punto de perder el control. También, encontramos los efectos en los escapes y el humo producto del rechinido de las llantas en el pavimento, así como detalles al impactar objetos u otros vehículos, pero nada sobresaliente en ese sector. En este sentido, se puede decir que Need for Speed Heat cumple al mantener elementos esenciales de la franquicia en cuanto a su propuesta de carreras clandestinas y al conseguir un apartado visual suficiente para que el título tenga vigencia en la actualidad.
"La experiencia auditiva es impresionante y está muy bien lograda"
Respecto al apartado de audio, debo decir que el trabajo de Ghost Games es muy bueno pues de inicio Need for Speed Heat cuenta con configuraciones predeterminadas para bocinas de TV, audífonos y sistemas Dolby 5.1 y 7.1. Como lo puedes esperar, el rugir de los motores es impresionante, así como los cambios de velocidad, el fuego que se genera en el escape, el rechinido de las llantas e incluso los impactos. Como experiencia auditiva, Need for Speed Heat ofrece algo muy bueno y emocionante para los fans de las carreras callejeras. En mi caso opté por el uso de audífonos y puedo decir que hubo momentos en los que quede lleno de adrenalina luego de una buena carrera.
Finalmente, la banda sonora cuenta con una colección de temas de hip-hop, música electrónica y reggaetón que no están mal al escucharlos junto con los sonidos de los autos y las contingencias de la carrera, pero que en definitiva decepcionarán a quienes esperaban algo de rock pesado, justo como en aquellas entregas que hicieron grande a la franquicia. Ni modo, el rock no está de moda y no queda más que aceptarlo.
La escena de arrancones en Palm City: una propuesta extraña
Como lo mencioné, Need for Speed Heat se divide entre el día y la noche dejando que el jugador escoja en que momento quiere correr. Extrañamente, las carreras durante el día están permitidas, aún siendo arrancones, gracias a la celebración de un circuito que tiene lugar en distintas partes de Palm City y que permite que se cierren las rutas en las que los automóviles competirán. Sin embargo, la tolerancia de las autoridades durante las noches de Palm City es cero y toda carrera que se celebre en ese horario es considerada ilegal, por lo que motivará la presencia y persecución de la policía.
Lamentablemente, es en esta división donde encontramos la primera debilidad de Need for Speed Heat pues aunque de inicio podría considerarse una propuesta interesante que puede manejar de mejor manera la presentación del contenido y el desarrollo del juego bajo su esquema de misiones principales para la historia, así como para las opciones de competencia, la realidad es que no se trata de algo bien logrado pues carece de congruencia con el juego en sí mismo. Vamos, desde el momento en que sabes que Palm City cuenta con una escena de carreras callejeras que es legal por las mañanas pero ilegal por las noches se genera una sensación extraña. Más aún cuando la luz del sol sirve como manto protector ante la policía, así vayas a alta velocidad, mientras que tu simple presencia en las noches motivará una persecución tan exagerada como las del máximo nivel de alerta en un Grand Theft Auto.
"Los elementos de los juegos de rol no siempre son la solución"
Aquí no hay mayor responsable de esto que el diseño mismo de Need for Speed Heat y la apuesta que Ghost Games hizo en ese rubro tan importante. Si bien la inclusión de elementos provenientes de los juegos de rol ha servido para dar nuevos aires a franquicias que se encontraban en desgaste y declive, esto no significa que sea una fórmula probada que aplique a todo. Need for Speed Heat ofrece la posibilidad de escoger a un personaje y personalizarlo con ítems que podremos conseguir con el dinero ganado en las carreras, y si esto lo acoplamos con la modificación de los automóviles tenemos una propuesta sencilla, pero interesante, pues se trata de tú personaje y tus automóviles tuneados. Hasta ahí todo bien, sin embargo,Ghost Games apostó por el grinding con resultados poco satisfactorios.
¿Cómo "funciona" el grinding en Need for Speed Heat? Si corres en el día ganas dinero, si corres en la noche ganas reputación. El dinero te sirve para comprar más automóviles y modificarlos tanto estética como mecánicamente, así que en teoría bastaría con ganar unas cuantas carreras para que tu personaje se de aire con un fajo de billetes al llegar a la agencia por un auto nuevo o al taller por las mejores piezas y detalles visuales. Sin embargo, la dura realidad te golpea cuando te encuentras con que la compra de autos, piezas y el avance de misiones tienen que ver más con la reputación que con el dinero, así que para quitar ese pequeño candado no importará cuántos cientos de miles o millones de USD tengas, si no tienes el nivel de reputación requerido no avanzarás. Lamentablemente, Ghost Games falló en equilibrar esta propuesta para no convertirla en una pesadilla y aunque en las primeras horas te sentirás motivado por las carreras de día y de noche y lo que puedes hacer con tus automóviles, después lo sentirás como algo tedioso y molesto que podría hacerte perder el interés.
"Una experiencia que se alargó de forma innecesaria"
Según mi perspectiva, el error se encuentra en el hecho de que el grinding se usó para alargar una propuesta debido a las carencias de contenido, pues la historia principal no dura mucho y parece que Ghost Games optó por poner algo entre misiones para espaciarlas y generar un sentido de duración que hoy parece una obligación para aquel sector de jugadores que antes de considerar la propuesta suele preguntar ¿dura muchas horas?. Para mal, el estudio cayó en esta dinámica y terminó por sabotear a su propio juego.
Por otra parte, aunque la campaña promocional de Need for Speed Heat hace énfasis en la persecución de la policía, la propuesta falla en términos de lo que debe ser una dificultad bien implementada pues esta debería ser presentada de forma orgánica y creíble en términos de la temática del juego. En este caso, la policía se va sobre ti aún sí estás con el auto detenido, dando origen a una persecución que sumará a más elementos si no te libras rápido y que al final resultará en un todo o nada pues si escapas y te esconde en un taller para dar por finalizada la noche, los puntos de reputación alcanzada serán multiplicados por el nivel de alerta máximo que hayas registrado, pero si fallas y la policía te detiene perderás el avance de esa noche y una suma importante de dinero. Claro que no se trata de que el juego sea benévolo y te de todo en la mano, pero aquí hay que tomar en cuenta que las carreras nocturnas ven perdiendo su sentido al asimilarlas como algo que tienes que hacer, a la fuerza y no con tu ritmo, para poder avanzar, lo cual puede volverse una experiencia frustrante.
De la misma forma, el nivel que manejan las patrullas está mal implementado y desde las primeras persecuciones te encontrarás con automóviles y vehículos antimotines de la policía todo poderosos que son capaces de dar alcance al mejor de tus autos y sacarlo del camino. De nueva cuenta, esto no se presenta de forma orgánica y la policía aparece de repente en medio de una carrera o mientras conduces por Palm City y su presencia convierte la experiencia en una pesadilla, no en términos disfrutables, sino en una manifestación de un elemento mal implementado.
Durante mis sesiones de juego me la pase pensando en lo que se podría hacer, claro, guardando el debido respeto por el trabajo de Ghost Games y cualquier desarrollador de videojuegos, sin embargo a cada momento pensaba en las posibilidades de Palm City como mundo abierto y el hecho de que este no tenga vida ni presente elementos sorpresa o contingencias, algo que es posible con la tecnología actual, me dejó con un mal sabor. Por ejemplo, una de las cosas que pensé fue lo emocionante que hubiera sido un ciclo de día y noche en el que la posición de la policía en la ciudad fuera insinuada, no revelada, abriendo la posibilidad de que apareciera o no, así como la presencia de condiciones más hostiles contra los que juegan arrancones conforme se acerca la noche. También la posibilidad de implementar redadas sorpresa o que en medio de una carrera la policía tuviera conocimiento de la misma y un reporte indicara que estaban en camino, lo cual añadiría un toque de emoción y adrenalina pues además de pensar en ganar la carrera tendrías que hacerlo respecto a una ruta de escape.
En fin, ideas varias que requieren un buen presupuesto, mismo que estaría disponible si la franquicia viviera un gran momento comercial, pero al parecer no es el caso.
Eso sí, la oferta de autos de Need for Speed Heat es buena y las mejoras que puedes hacer a nivel estético y de funcionamiento son bien recibidas. Digamos que si puedes pasar por alto la estructura del juego y reducirlo a sesiones constantes de arrancones, tu experiencia puede ser buena y más porque la curva de dificultad en ese estricto sentido está bien implementada y el sistema te va pidiendo poco a poco que cambies de auto o que hagas mejoras que aumenten su rendimiento rubros específicos pues, como lo puedes esperar, hay eventos de circuito, de un punto a otro y de drifting, por lo que deberás estar al tanto de que las condiciones de tu automóvil sean las adecuadas. En circuito debes procurar que la aceleración sea rápida; de un punto a otro que se alcance la velocidad máxima a fondo y en drifting que se mantenga la estabilidad.
Need for Speed, sus arrancones y su eterna jugabilidad
En cuanto a jugabilidad, Need for Speed Heat no se aleja mucho de lo que ha sido la franquicia desde hace 15 años, la cual ha tenido adecuaciones suficientes para que la respuesta del control y los movimientos de los vehículos respondan a los estándares de cada generación. En este caso, se debe tomar en cuenta que, haciendo honor a su origen, estamos ante un título de carreras tipo arcade, por lo que el factor realismo no tiene mucho impacto aquí, salvo en las mejoras que implementes en los autos y los cambios que se notan en su desempeño. Sin embargo, el juego hace justicia a su nombre y aunque en un principio la respuesta del control es adecuada y la experiencia divertida, no pasará mucho tiempo para que la domines, que le agarres la maña pues, y te salgas con la tuya en la mayoría de las carreras.
Esto me permito decirlo pues conocí la serie en la época de Need for Speed: Underground y para mi fue una sorpresa que al jugar Need for Speed Heat me encontrara con una jugabilidad similar y prácticamente los movimientos que en su momento hacia con el DualShock 2 siguieron funcionando aquí. Las carreras se ganan en las curvas, sean simuladores o juegos arcade, y las curvas de un Need for Speed se dominan con el derrape adecuado. Pese a que existe la posibilidad de tomar una curva con un procedimiento que se usa en un simulador para salir de ella acelerando, es casi seguro que cederás ante el encanto de los derrapes y el momento en que tienes que meter el freno de mano para que luzca espectacular. Esto hubiera estado genial, pues hace honor al nombre y es algo que satisfará a los fans de la franquicia, si el juego no se hubiera topado de frente con el molesto grinding. En cuanto a mi experiencia, llegué a un momento en que todo se volvió mecánico, los movimientos de mis manos predecibles y prácticamente pensaba en otras cosas menos en lo que estaba haciendo y aún así llegaba en primer lugar.
¿Realmente seguimos con esa necesidad por la velocidad?
No cualquier propuesta alcanza la longevidad en los videojuegos y parece que Need for Speed se está quedando como el recuerdo de una época en la que nuestros gustos eran diferentes y el hecho de que la escena de carreras callejeras por fin estuviera plasmada en un videojuego nos voló la cabeza. Need for Speed Heat es un juego promedio que mantiene elementos esenciales de la franquicia, pero que arriesgo por una propuesta cuya mala implementación terminó por sabotear el proyecto mismo. También, Need for Speed Heat es testimonio del que quizá es el peor momento para la franquicia, pues parece que el camino sigue sin encontrarse y lo peor es que podría ser que realmente no haya un camino por recorrer, que el tiempo no haya perdonado y que realmente ya no tengamos esa necesidad por la velocidad.
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