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El remake de Final Fantasy VII es uno de los proyectos más ambiciosos e importantes en la historia de los videojuegos simplemente porque se trata de uno de los títulos que descansan en el panteón del gaming y traerlo de regreso sin errar en el proceso es una tarea compleja. Los años pasaron volando; ya nos encontramos en la antesala de la segunda parte, Final Fantasy VII Rebirth, y a continuación te contaré si es la obra épica que honra el legado de la joya de 1997 abordando su historia, jugabilidad y presentación, luego de jugarlo antes gracias a Square Enix.
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Video: Final Fantasy VII Rebirth: rompiendo barreras de MIDGARD a NUEVOS HORIZONTES
Ira vehemente, el eco de Carmina Burana
"Estuans interius ira vehementi..." todo fan de Final Fantasy VII ha escuchado el tema de Sephiroth y sabe que esta línea proviene de la colección de cantos de los siglos XII y XIII Carmina Burana, escritos por los goliardos que hicieron gala de los placeres terrenales y la crítica a la sociedad y moral de sus tiempos. Sin embargo, la segunda parte de estos cantos da cuenta de un proceso de introspección para reconocernos ante la incapacidad de cumplir con una moral y la corta distancia que hay antes de caer en una espiral de perdición.
"Busco a aquellos que son como yo, y me encuentro con la perversidad... Sobre un escabroso camino voy, como cualquier hombre joven, sumergido en la depravación, olvidando la virtud, ávido de placer más que de salud, muerto en espíritu yo cuido mi piel", dice el canto, y con ese contexto es imposible no notar su representación en Sephiroth, quien nos da la bienvenida de la manera más brutal y emotiva posible.
Final Fantasy VII Rebirth es un juego con una fuerte carga hacia su historia, pues una de las ambiciones del equipo que se encarga del remake liderado por Naoki Hamaguchi, Motomu Toriyama, Tetsuya Nomura y Yoshinori Kitase es extender aquello que en el original de 1997 fue un breve momento, una mención o una abstracción.
Si bien no podemos entrar en spoilers, sí puedo contar parte de la experiencia y decir que el resultado es magnífico: la línea original que conocemos se extiende lo necesario, tiene sutiles cambios que no retuercen la narrativa de forma ofensiva y resultan en un mar de emociones. A veces, pecamos al analizar sobremanera los sistemas, las mecánicas, el diseño y la coherencia entre las partes, y dejamos poco espacio para hablar de lo que un juego nos hizo sentir. En este caso, la segunda parte del remake me generó emociones de todo tipo, y me parece que presenta de forma fascinante el concepto de aventura con todos sus vaivenes.
Final Fantasy VII Rebirth tiene uno de los mejores capítulos introductorios que he experimentado. La historia comienza donde quedó el primer juego, con el desastre de Midgar consumado y el grupo liderado por Cloud convertidos en el enemigo público de este mundo. Sin embargo, todo tiene un origen, y el juego, además de mostrarnos un resumen que cuenta los hechos previos, nos pone de lleno en el lugar y tiempo en que todo se vino abajo.
"La legendaria parte de Nibelheim con aquella investigación liderada por Sephiroth y el novato Cloud hacia los restos de un reactor de Mako es un evento traumático"
La legendaria parte de Nibelheim con aquella investigación liderada por Sephiroth y el novato Cloud hacia los restos de un reactor de Mako es un evento traumático. Si conoces el juego original, sabes de lo que hablo; si no, no te arruinaré la sorpresa, sólo diré que es el primer contacto con el juego y sus propuestas, tanto conocidas, como nuevas, así que se convierte en un excelente tutorial y una bienvenida pocas veces vista. Lo que sucede ahí y la manera en que Sephiroth se quebró marcan la historia de este remake y ver esas escenas de nuevo con altos valores de producción fue increíble. No me sentía así desde que jugué la primera parte de Metal Gear Solid V: The Phantom Pain, considerada por muchos una de las mejores introducciones para un videojuego.
A partir de ahí, Final Fantasy VII Rebirth nos lleva por una montaña rusa de emociones con una historia bien estructurada y explicada; aquí, nada se siente fuera de lugar. Dar contexto en pasado y presente de varios personajes es importante, y Square Enix lo hace de buena manera manteniéndote al filo del asiento y siempre con la necesidad de saber más sobre este grupo de héroes y villanos junto con sus diversos motivos. Hay mucho por contar, pero no puedo hacerlo debido a las restricciones, me limitaré a decir que terminé sintiendo a Cloud, Tifa, Aerith, Barret, Red XIII y demás personajes como si fueran mis amigos, lo que demuestra el potencial del gaming como obra creativa que tiene la particularidad de llevarnos a la interacción, pues si no actuamos, la historia no sucede.
"Es gente dura, pero con un corazón de oro" ― Barret explicando su origen
El drama, la alegría, el enojo, la tristeza, los giros inesperados, Final Fantasy VII Rebirth tiene todo lo que puedes pedir si te gustan las grandes historias. Eso sí, al ser un juego con enfoque en ese apartado, debes saber que hay muchas secuencias en video porque no es una obra de consumo rápido; sin embargo, el ritmo de desarrollo de la historia y su combinación con la jugabilidad están bien equilibradas y la experiencia es por demás satisfactoria.
¿Qué hay de conocido y nuevo en Final Fantasy VII Rebirth?
Como anticipamos, Final Fantasy VII Rebirth inicia en lo que conocimos como el final de Final Fantasy VII Remake y ahora nuestros héroes están huyendo. Shinra está a la caza de AVALANCHA pero tienen algo en común: van tras Sephiroth porque saben que su poder amenaza al mundo entero.
Tal como sucedió en el juego original, la salida de Midgar nos pone frente al mundo y sus regiones, lo que resulta en el pretexto ideal para añadir una propuesta de mundo abierto. Si bien el desarrollo de la historia es por misiones principales y secundarias, además de estar dividido en capítulos de nueva cuenta, tienes libertad para recorrer el vasto escenario de Final Fantasy VII Rebirth, algo posible gracias a que la combinación entre su diseño vertical y horizontal te permite llegar casi a cualquier parte. Además de las regiones, pueblos y asentamientos relacionados con la historia, el mapa tiene otras formas de interacción.
Como toda propuesta de este tipo, el mundo que rodea a Midgar es diverso y puedes recorrerlo a pie, a veces en vehículos y otras en un veloz Chocobo. Recordemos que no es un juego de aventura, y como RPG es esencial ganar experiencia y aumentar estadísticas, así que habrá muchas oportunidades de combate, recursos que podremos usar para crear objetos, recompensas, secretos y todo tipo de zonas que suman de diferentes maneras.
El mundo de Final Fantasy VII Rebirth se debate entre la modernidad de Shinra y las culturas de antaño, de ahí que encuentres asentamientos abandonados ricos en insumos e incluso materias, así como Santuarios, algo heredado de propuestas recientes como Zelda: Breath of the Wild y Star Wars Jedi: Fallen Order. Como puedes esperar, estos lugares son un reto en sí mismos y culminan con duelos de alto nivel que podrán darte una recompensa muy atractiva o una invocación que te salvará el pellejo más adelante.
"Square Enix quiere que explores su mundo y hay todo tipo de justificaciones para hacerlo más allá de la línea principal de historia"
Square Enix quiere que exploremos el mundo que crearon y hay todo tipo de justificaciones para hacerlo más allá de la línea principal de historia. Las misiones secundarias llegan a lucir a un nivel que no le pide nada a la narrativa principal, aunque otras son sencillas y pueden tornarse aburridas, sobre todo cuanto se trata de ser escolta en largos recorridos o buscar objetos para complacer alguna petición. En teoría, no es algo obligatorio, pero recuerda que no se trata de un juego de acción y aventura, sino un RPG donde todo cuenta, así que mi recomendación es que te pierdas cuando quieras para recorrer cada región, conocerla y dominarla (algo en que ayuda Chadley). Lo único que puede pasarte es que ganes experiencia y aumentes el poder de tus personajes.
Dicho sea de paso, me encantó que las decisiones del jugador no se limiten, pues activar una misión o investigación secundaria no te impide tomar otro camino o de plano seguir la historia principal. Prácticamente puedes hacer lo que te venga en gana.
Por otra parte, Final Fantasy VII Rebirth coquetea un poco con la acción, clara influencia de juegos como Horizon y The Witcher, con algunas secciones de acertijos y una que otra plataforma. El resultado no es tan bueno, pero tampoco es un desastre. Lo que pasa es que los movimientos de los personajes se pueden tornar torpes al manipular objetos y secciones que, por ejemplo, involucran el uso de un gancho retráctil y son más un gimmick que una mecánica. No son algo malo per se, pero tampoco la octava maravilla. Lo mismo ocurre cuando es preciso usar las habilidades especiales de algunos personajes: en ocasiones están justificadas para que podamos abrirnos paso y avanzar, mientras que otras son de simple relleno.
El combate en Final Fantasy VII Rebirth parte de la base que conocimos en el primer juego, esta propuesta híbrida entre comandos y acción en tiempo real con un componente estratégico. De nueva cuenta, Square Enix nos da la opción de jugar así o de forma tradicional, o sea, sólo seleccionando la acción a realizar sin tener que preocuparnos por asestar golpes o procurar defensa.
Es aquí donde se presentan algunas novedades muy interesantes que enriquecen la propuesta de juego. Primero, tenemos un nuevo nivel de habilidad presentado por la sinergia entre personajes. El concepto de Final Fantasy VII Rebirth es el vínculo entre Cloud y sus compañeros, y eso permea varios sistemas de juego. La libertad de elección y progresión de tus personajes favoritos se ve potenciada por los lazos estrechos que formes a lo largo de la historia con la toma de decisiones. Esto resultará en una cercanía que motivará el desarrollo de habilidades y el aprendizaje y ejecución de movimientos poderosos, devastadores y vistosos.
El sistema de progresión se ve complementado por una nueva propuesta: los cuadernillos o folios que juegan el papel de árboles de habilidades y que pueden cambiar conforme avanzas. En términos de la historia, encontrarás cuadernillos en librerías y con vendedores a lo largo del camino, cada uno con distintas opciones de mejora para ataque, defensa, habilidades, hechizos y más. La invitación de Square Enix es para la experimentación, pues no hay una forma correcta o incorrecta de jugar, sino que puedes escoger a los miembros de tu equipo hasta con 3 party, según tu gusto y necesidades. Su desarrollo, aprendizaje y sinergia dependen de ti y el tipo de estrategia que adoptes, ya sea ofensiva, defensiva, balanceada o la que prefieras. Lo mejor es que las decisiones, la estrategia y el aumento de nivel se notan de inmediato en el combate, lo que motiva el análisis, el aprendizaje y la ejecución. Todo esto resulta en una jugabilidad atractiva y divertida que te hace sentir el crecimiento que logras conforme avanzas.
Como mencionamos hace unos párrafos, la propuesta de mundo abierto de Final Fantasy VII Rebirth permite la creación de objetos y esto es un gran acierto, pues si su obtención se limitara a batallas y compra todo se habría arruinado. Ahora cuentas con una herramienta de transmutación que te permite convertir aquello que recolectes en una poción o un objeto que servirá de equipo. El mundo del juego es generoso y siempre hay insumos listos para su recolección, lo que te ahorra dinero y sin duda te salvará en más de una ocasión porque te otorga los recursos que necesitas para la batalla.
En términos de dificultad, también hay opciones para todo tipo de jugador. Desde el modo fácil pensado para quienes sólo quieren disfrutar la historia, pasando por el difícil con una propuesta pura y dura de RPG que no teme ser retadora hasta una propuesta dinámica que ajustará los enemigos de acuerdo con tu nivel y habilidades. Si bien los combates con enemigos de nivel bajo y mediano sirven para grindear, mención aparte merecen las batallas contra los jefes, que son emocionantes y memorables, te hacen sudar ante la posible derrota y gritar la victoria una vez que los derrotas.
Otra novedad que me encantó fue el desarrollo de la historia a través de otro tipo de experiencias, pues no todo es tristeza y miseria, también hay momentos para divertirse y pasar un buen rato. Gracias a la diversidad de escenarios y sociedades, en Final Fantasy VII Rebirth se añadieron una serie de minijuegos relacionados con la historia para dar variedad a la experiencia de juego y un justo descanso y distracción ante lo tenso de este mundo. No todos los lugares son hostiles contra los miembros de AVALANCHA. Una de estas propuestas es el juego de cartas Sangre de la Reina, que se convierte en distracción en sí misma con la posibilidad de retar a otros jugadores en este mundo. Te recomendamos que no lo tomes a la ligera; es necesario aprender para avanzar en la historia, pero también podría convertirse en un nuevo pasatiempo dentro del juego mismo.
Quizá algo que dividirá a la comunidad es el hecho de que Final Fantasy VII Rebirth te lleve de la mano. El juego es benévolo en ese sentido y siempre sabrás hacia dónde ir, aunque no te verás obligado a hacerlo en ese momento. La pantalla y el mapa tienen indicadores, pero no esperes el festín de señalamientos de otros juegos que rayan en lo ridículo. El gaming ha cambiado y no estamos en 1997, aunque tampoco podemos olvidar que ya desde aquella versión original estaban las flechas verdes diciendo hacia donde ir.
Final Fantasy VII Rebirth no solo se juega, se vive
La integración de la historia y la jugabilidad se ve coronada con el impresionante apartado audiovisual. El mundo de Final Fantasy VII Rebirth está lleno de lugares detallados y regiones que muestran sus elementos culturales y lo que ha pasado con ellas a partir de la transición de la República hacia el dominio de Shinra.
La escala a nivel visual es impactante y lo mejor es que, gracias a la mejora de movimientos, es posible llegar a esos puntos que ves tan lejos en el mapa. Eso sí, notamos que Final Fantasy VII Rebirth se encontró con las limitaciones del hardware de PS5, pues aunque es una maravilla, hay varias secciones de avance en tramos largos, pasillos, escaleras y demás que sirven para cargar lo que viene en camino. Ésta es la manera en que la industria disimula los tiempos de carga en la actualidad y si bien se justifica por todo el contenido que entra en pantalla después, puede resultar desesperante, sobre todo porque el juego te mantiene en el máximo nivel de atención y ya quieres saber qué pasará.
El ascenso de Shinra partió este mundo a la mitad poniendo encima el desarrollo hiperindustrializado y tecnológico mientras relegaba o condenaba, los usos y costumbres tradicionales. La sociedad respetaba su lugar en el planeta y su comunión con los recursos, Shinra usó el Mako y la investigación para explotarlo comercialmente y someter a los pueblos. De ahí que las regiones expresen contradicciones sociales y de clase. Muestra de ello fue mi paso por Junon, ya que antes de entrar en esta capital rebosante de fuerza militar y la riqueza de Shinra, encontré un pueblo pesquero venido a menos y en crisis. La experiencia se tornó emotiva cuando sonó el tema de esa región que de inmediato evoca nostalgia por el tiempo en que no se les había privado de la luz del sol y todo era prosperidad. La empatía fue inevitable y terminé odiando a la compañía.
Precisamente, la banda sonora es un deleite con versiones nuevas de temas conocidos en Final Fantasy VII y nuevas composiciones que fueron cuidadosamente elegidas y colocadas para resaltar lo que ocurre en el juego. La música puede ser motivante para la batalla y dar ese último esfuerzo, puede hacerte pedazos cuando presencias tragedias o incluso relajarte cuando no hay algún peligro en ciernes.
"La música puede ser motivante para la batalla y dar ese último esfuerzo, también puede hacerte pedazos al presenciar tragedias o incluso relajarte cuando no hay algún peligro en ciernes"
Final Fantasy VII Rebirth incluye un modo desempeño a 60 cuadros por segundo y otro que privilegia los gráficos. Seré sincero: es un RPG, no me interesaba que corriera a 60 fps y pasé de largo porque preferí ver este mundo en su máximo esplendor. El resultado es muy bueno, con detalles espectaculares, efectos de iluminación y diseño de personajes, escenarios y enemigos que muestran que estamos ante un juego de actual generación. Sin embargo, encontré varias partes con pop-in —o sea que había elementos en pantalla que aparecían y desaparecían— y algunas texturas tardaban en cargar. Asimismo, hay algunos objetos que se notan de baja calidad, pero nada que condene al juego. Es importante señalar que se trata de una versión prelanzamiento que no ha recibido actualización, así que es de esperarse que estos detalles se minimicen o desaparezcan después del estreno.
Final Fantasy VII Rebirth: la amistad, el amor, el odio y la venganza hecha videojuego
Final Fantasy VII Rebirth es uno de los mejores videojuegos del año y la suma de sus elementos sólo confirmar que estamos ante un juegazo. Para los fans del juego original, esta segunda parte tiene una carga emocional muy importante y Square Enix se encargó de representarla y respetarla con valores actuales. Lo dije en la reseña del primer juego y lo repito: el encanto y triunfo de este proyecto es que está convirtiendo en realidad lo que para nosotros era imaginación en 1997. Desde el inicio y hasta el final, sentirás la necesidad de seguir jugando, de saber qué pasa con Cloud y sus amigos y si Shinra o Sephiroth acabarán con el mundo. Esta impresionante aventura queda como testimonio de que el proyecto remake sigue en buenas manos, honra su legado y lo lleva hacia la cima con elementos nuevos y originales.
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