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La primera temporada de The Walking Dead —de Telltale Games, no la serie de televisión— es de esas cosas que jamás se olvidan. Violenta, impredecible y conmovedora, era una muestra de lo que el aletargado género de aventura gráfica era capaz de hacer con un poco de cel shading y una actuación de voz legendaria. Después de 5 años, 1 temporada y 2 expansiones llega A New Frontier, la tercer entrega de la serie que se llevó el GOTY en 2012. Pero ya no es lo mismo… la fórmula se volvió repetitiva gracias al tiempo y al “homenaje” que de ella hicieron licencias adicionales como The Wolf Among Us o Game of Thrones. Y entonces viene la interrogante: ¿es A New Frontier el nuevo amanecer que necesita la serie o simplemente más de lo mismo?
Si esto fuera una elección al estilo Telltale Games, diríamos que la respuesta sería algo intermedio… quizá los puntos suspensivos, y es que A New Frontier mejora en aspectos clave, conserva lo que esperas de un juego de la serie y, al mismo tiempo, tropieza con las mismas piedras a las que estás habituado.
Pero empecemos por lo primero: en A New Frontier interpretas a Javi García, un beisbolista retirado de ascendencia latina cuya familia vive en Baltimore cuando viene el brote de los no-muertos y quien ahora se hace cargo de su cuñada y sobrinos. No pasan 5 minutos cuando aparecen los problemas, tanto familiares como… biológicos. Si jugaste las temporadas pasadas de inmediato reconocerás los patrones que distinguen a un juego de The Walking Dead o de Telltale Games, para ser más francos. Con ello me refiero a los personajes estereotípicos así como a las dinámicas de convivencia que invariablemente conducen al estrés. Pese a eso y al hecho de que cada capítulo tiene diferentes escritores, A New Frontier conserva el elemento emocionante que te hace sentir algo extraño en la tripa… ya sea repugnancia, enojo, afecto o una mezcla de todo, lo cual será satisfactorio para los veteranos de la serie o los fans de Telltale Games porque eso es precisamente lo que esperan.
A New Frontier conserva el elemento emocionante
La primera parte, Lazos que unen - Parte 1, funge como vitrina de exposición para los personajes y, por lo mismo, demora en complicarte la existencia con sus decisiones debido a que no conoces bien al reparto y, honestamente, te importa poco lo que ocurra con él. Para compensar, existe una buena dosis de tensión repartida en 2 o 3 momentos clave que conducen a la eventual reaparición de la icónica Clementine, quien ahora es una joven. Resulta extrañamente agradable ver cómo ha evolucionado el personaje, lo que habla bien de los escritores y diseñadores, pues su maduración ha sido orgánica, así que todavía puedes reconocer en ella a la temerosa niña que Lee debía proteger, aunque esté oculta detrás de la dureza que el holocausto ha dibujado en su rostro.
Es relevante mencionar que Clementine es el lazo que une A New Frontier con las temporadas previas y sus respectivos DLC, pues el juego reconoce tus elecciones pasadas mediante un proceso engorroso que te obliga a acceder a Internet, crear una cuenta de Telltale Games y emparejarla con otras cuentas. El trámite es molesto y asumimos que más de un jugador preferirá omitirlo, así que iniciamos nuestra historia bajo el modelo de vainilla, por así llamarle, donde Clementine cortó lazos con cualquier personaje previo y cuida a cierto bebé que quizá reconozcas —si recuerdas algo de la temporada anterior—. Bajo este formato, no notamos referencias trascendentes a lo acontecido con anterioridad más allá de una que otra cicatriz y, por supuesto, los flashbacks que aluden a la presencia de dicho niño.
Ahora bien, las mecánicas permanecen prácticamente intactas. El meollo del asunto está en jugar con las dinámicas entre personajes a través de decisiones de diálogo y una que otra acción para que al final sobrevivan quienes quieres que sobrevivan, mueran los que te estorban y te sientas bien contigo. La interactividad real se reduce al mínimo aunque cabe destacar que las animaciones mejoraron un poco y esto se presta para una navegación más cómoda por los escenarios así como instancias donde ya juegas con perspectiva en tercera persona. Dicho eso, 90% del tiempo se va en elegir diálogos, responder a Quick Time Events, ver a los personajes hablar y explorar escenarios estrechos, como terrazas, bares o habitaciones.
A propósito de mecánicas, no puedo dejar pasar el tema de la localización. Jugué A New Frontier en inglés con subtítulos en español y eso generó algunos problemas. A veces, los enunciados en la rueda de diálogos eran enormes, así que la lectura se hacía más extensa y la toma de decisiones más difícil porque eliges contra reloj. También noté problemas con la traducción. Por ejemplo, en una ocasión, un personaje dijo: “I’ll give you that ” que quiere decir, más o menos, “Lo admito” o “Te lo concedo” y en el subtítulo decía “Te doy a ese”, lo cual no solamente estaba mal escrito sino que constituía una traducción literal de una expresión idiomática... casi de Google Translate. Otro ejemplo fue que en la rueda de opciones de diálogo te dieran como opción: “No hables muy alto”, cuando en realidad, la idea era decir “No cantes victoria.” Una observación más relacionada con la localización está en los tonos. Por ejemplo, un personaje se quejó de dolor y la opción de diálogo que me dieron fue: “¿Necesitas lamentarte?" Al leerlo, pareció una respuesta hostil, pero cuando el protagonista la pronunció, el tono resultó más bien juguetón/sarcástico. Todo esto pasaría por anecdótico en otro juego, pero en uno donde las elecciones de diálogo son clave, resulta grave.
El segundo episodio, Ties That Bind - Pt. 2, trae consigo la aparición de un personaje clásico en el universo de The Walking Dead, así como un desenlace que te dibujará una sonrisa y te hará pensar que Tellatle Games todavía tiene la magia narrativa que pone a sus historias por encima de las de otros juegos y estudios. Es en este capítulo y el tercero, Above The Law, que yacen los mejores momentos de la temporada —fiel a lo que podríamos catalogar como una especie de costumbre— y la cuarta parte, Thicker than Water, cae en un bache narrativo súper extraño. Para este momento, se supone que la trama está en su punto más crítico; existe urgencia porque descubres la agenda secreta de los antagonistas, quienes están detrás de ti, pero los escritores encuentran la forma de perder tiempo, hablo de más de media hora de deambular y de exponer a los personajes con uno que otro detalle interesante, pero sin un motivo de peso. Definitivamente, el más flojo de los 5 episodios, pero también uno ineludible.
Hay un matiz predecible
Es en esta instancia también donde ya son más que evidentes los estereotipos clásicos de Telltale Games y con ello aparece un matiz predecible. Me refiero al típico personaje irritante que sabes que te va meter en un dilema porque es torpe pero también es bueno; el típico personaje impulsivo que sabes que te va meter en otro problema porque es egoísta, pero quizás en el fondo también es bondadoso; etcétera. Y otro detalle son las insinuaciones amorosas inoportunas, donde el mundo se está cayendo a pedazos y viene el gesto de seducción que no tiene lugar, incluso hay una opción homosexual hacia el final que no tuvo justificación porque los personajes jamás dieron pie a ese tipo de interacción. Vaya, el punto es que existen algunas incoherencias que no destruyen la calidad narrativa pero sí la alejan de la perfección y la ponen muy lejos de lo alcanzado por la primera y segunda temporadas. Depende mucho de tu sensibilidad, pero no sentí los ojos llorosos en ningún momento, lo cual ya se había vuelto una costumbre con The Walking Dead y quizá eso también dice algo del desgaste de la fórmula.
Desde el ángulo técnico, lo primero a destacar es lo gráfico porque A New Frontier probablemente es el episodio más vistoso en la historia de Telltale Games. Seguimos ante una dirección de arte cel shade, pero las texturas mejoraron notoriamente, así como la iluminación —ahora con efectos dinámicos y volumetría—, los gestos y las animaciones, lo que como dije párrafos atrás, permite una exploración más cómoda de espacios y una movilidad un poco más natural.
Desafortunadamente, persisten las anomalías, empezando por caídas de frame rate en momentos de acción o luego de una pantalla de carga que, aunque inconstantes, pueden hacerte perder de vista una acción importante. Ocurrió también que, tras pausar el juego, se congeló el metraje in-game, pero al reingresar en el menú continuaban los diálogos. El problema fue irremediable y tuve que cerrar la aplicación y reiniciar; y finalmente, hubo el típico crasheo de sistema acompañado de un tono estridente que también me obligó a salir y volver a activar el juego.
En lo que concierne al audio, lo más sobresaliente es, desde luego, la actuación de voz. Jeff Schine, quien interpreta a Javier, hace un trabajo sólido pero, como siempre, la que se lleva las palmas es Melissa Hutchison, cuya flexibilidad histriónica resulta impresionante para moldear su voz para que Clementine permanezca reconocible pero, al mismo tiempo, refleje la madurez que ha alcanzado como personaje. Hay breves fragmentos en español, donde aflora un acento extraño, pero es un detalle menor que pude asimilar al recordar que algunos paisanos también lo poseen. Así que, en pocas palabras, las actuaciones de voz son un deleite.
Ahora bien, el único momento donde sobresale la música es en los créditos de entrada porque en el resto de la experiencia no pasa de lo ambiental, con melodías simples aderezadas con cuerdas y violines sintéticos que no trascenderán en tu memoria. La música cumple con su función sin ir más allá, lo cual pudo ser una decisión deliberada… nunca lo sabremos. El único desperfecto real en esta categoría es el tradicional reinicio del loop de sonido musical o ambiental que, en vez de pasar desapercibido, llama la atención por repentino y poco elegante… como si el sistema pusiera pausa a la música que estás escuchando y la repitiera desde el inicio nada más porque sí.
The Walking Dead: A New Frontier encaja perfectamente con el estándar de duración de otros productos del estudio: permanece por debajo de 10 horas de juego repartidas entre cada uno de sus episodios cuyo precio está por debajo del promedio y que se disfruta más por su valor narrativo que por su volumen de actividades. Dicho eso, es perfectamente posible que sientas la necesidad de repetir tu experiencia tomando nuevas decisiones y si llegas a reunir la voluntad necesaria para enlazar tus cuentas para recuperar tus decisiones pasadas, ahí también hay algo de valor de rejugabilidad. Aquí no hay multiplayer que mantenga viva la experiencia, pero hay algunas formas de extender la vida útil del juego, sin olvidarnos de CrowdPlay que le permitirá a otros opinar sobre tus decisiones desde una página especial de Telltale Games.
Al final del día, quedo satisfecho con A New Frontier porque mejoró la parte gráfica y cumplió con lo que esperaba de una nueva entrega en esta saga narrativa, pero debo reconocer que la fórmula ya se siente algo… estancada, ya no me sorprendió y, aunque despertó emociones en ciertos momentos de su trama, está lejos de alcanzar la intensidad y el impacto de la primera temporada, sin mencionar que persisten los problemas técnicos que son tan típicos de Telltale Games como sus buenas historias, lo cual es triste de decir y de leer. Si eres fan de los juegos del estudio o de la serie, puedo decirte con confianza que A New Frontier es un producto sólido, pero no esperes algo revolucionario o especialmente fresco.
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