La escena de desarrollo en América Latina comparte un origen común, pues fue en las décadas de los 80 y 90 cuando el gaming llegó a muchos países de la región para convertirse en un fenómeno. Géneros clásicos como el de peleas y el beat' em up dejaron una huella profunda para quienes vivieron esos tiempos, ya fuera en Arcade o consola, haciendo inevitable que aquellos que tomaran el camino del desarrollo y la programación se inspiraran en estas raíces.

Justo en el mapa aparece Sebastián García, uruguayo y auténtico "one man army" con Fight'N Rage, juego retro que desarrolló solo apelando al más puro estilo de la vieja escuela. Este título lleva algunos años en el mercado, pero que recién llegó a consolas de actual generación.

Fight'N Rage: un tributo a una gran época del gaming

Fight'N Rage es un juego de acción en 2D con estética Arcade que combina 2 géneros que provocaban tumultos en las salas de Arcade: peleas y beat' em up. La influencia es más que evidente, juegos legendarios como Final Fight, Streets of Rage, Double Dragon, Cadillacs and Dinosaurs e incluso Street Fighter para recordar que, por un momento, Capcom pensó en la IP como una secuela de su beat' em up de CPS 1.

Como puedes imaginar, Fight'N Rage apela a esos tiempos y se apoya en el corto circuito que este tipo de propuestas pueden hacer en nuestro cerebro pues, tal como andar en bicicleta, lo que bien se aprende jamás se olvida, en dado caso sólo se oxida. De ahí que, si eres un videojugador de la vieja escuela, te encuentres de inmediato en terreno conocido para bien y para mal pues sabemos que un beat' em up jamás fue fácil y su pleno dominio dependía de muchísimas horas de aprendizaje y por supuesto dinero invertido en forma de fichas.

Retomando aquellos tiempos cuando los excesos de la historia eran lo de menos, Fight'N Rage nos pone en un futuro donde la humanidad y su vida en sociedad se vinieron hacia abajo, los mutantes dominaron la Tierra y ahora estamos en control de una pequeña pero poderosa resistencia. Lo anterior significa que estarás en un mundo devastado y enfrentando criaturas que son una combinación de animales y humanos (pero con estilo de pandillero de los 80, como debe ser). La premisa nos pone enfrente de nuestra primera decisión de juego importante: la selección de personaje.

La jugabilidad de antaño ejecutada a la perfección

Gal, inspirada en Mai Shiranui, tiene un arte marcial derivado del kick boxing. Es muy rápida, pero más susceptible a los ataques y al daño. Ricardo, nuestro mutante enorme que cumple como tanque o mejor como Mike Haggar y F. Norris, nuestro ninja balanceado. Cada uno tiene fortalezas y debilidades, y es aquí donde comienza la acción.

Fight'N Rage toma las mecánicas de los beat' em up y les añade una pizca de juegos de pelea. El juego no tarda en meterte de lleno en los golpes y su primer acierto es que el tutorial es básico; sólo dura unos segundos para explicarte que aquí todo son 3 botones y el stick o cruceta direccional, es labor del jugador descubrir todas las combinaciones posibles ya que los combos están a la orden del día como una experiencia por demás satisfactoria. También se respeta el equilibrio en cuanto a los movimientos especiales pues cuentas con un botón para ello que depende, primero, de una barra que se llena en automático en cuestión de segundos pero cuando no es así podrás usar ese mismo ataque a cambio de una porción de tu línea de vida. Ningún beat’ em up es fácil y el truco siempre está en el balance: ni tan débil ni tan fuerte, y privilegiando el aprendizaje.

Debes saber que esto no se trata de salir a las calles a golpear a todo lo que se mueva mientras avanzas; todo fan del género sabe que salir victorioso es cuestión de análisis y de un riguroso proceso de ensayo y error. De ahí que Fight'N Rage, con todo su frenesí y acción, no se haya desprendido de este elemento esencial pues todos los enemigos tienen patrones y al igual que nuestros héroes, fortalezas y debilidades, así que cada nivel requiere la mayor atención para saber cuándo y cómo atacar hasta que logres el dominio que permitirá ejecutar un auténtico performance surtiendo decenas de golpes y agarres sin que nadie te ponga una mano encima. Va un consejo gratis: fíjate en lo que hacen los enemigos comunes, si no lo haces no te preguntes por qué demonios el jefe barre el suelo contigo.

"...fíjate en lo que hacen los enemigos comunes, si no lo haces no te preguntes por qué demonios el jefe barre el suelo contigo"

El combate de Fight'N Rage, pieza esencial, está bien diseñado y ejecutado además de que hay garantía de respuesta en su control lo cual lo convierte en una experiencia divertida que no tarda en convertirse en adictiva, más cuando te das cuenta de que una sesión completa no te lleva más que una hora pero antes de que pongas el grito en el cielo cuestionando el por qué vas a jugar un título que no dura 500 horas, de mundo abierto, con elementos RPG y bla, bla, bla, déjame decirte que se trata de un título rico en contenido post juego, hay mucho qué descubrir pues los escenarios tienen alguna rutas alternas, hay modos de juego por desbloquear incluyendo uno de peleas, finales diferentes, trajes, en fin: un buen trato por divertirte en una sesión corta.

El control y el desempeño visual hacen su parte de forma correcta la mayor parte del tiempo en Fight'N Rage, quizá los únicos detalles a considerar son: algunos bajones que experimenté en momentos en los que había muchos enemigos (muy pocos) y en definitiva que en ocasiones la saturación de enemigos y detalles en el escenario no te permiten ver a tu personaje, la posición y los movimientos que estás ejecutando lo cual puede costarte daño y perder una vida.

Fight'N Rage: su estilo retro y su música al más puro estilo de los 90

Ya que hablamos de lo visual, es inevitable destacar el trabajo cuasi artesanal de Sebastián García pues reproduce con fidelidad el arte y estética del género en la década de los 90. La pantalla con apariencia de CRT, las scanlines (también hay filtros de apariencia actual por si no te gusta el estilo retro) y el diseño de protagonistas, enemigos y escenarios es de destacar pues de inmediato se reconocen las referencias a los grandes títulos de esa corriente pero también el toque único que se ha puesto en el proyecto.

Mención aparte merece el soundtrack con decenas de temas compuestos por el uruguayo Gonzalo Varela, compositor, diseñador de sonido y programador de audio, quien captó a la perfección el espíritu musical de la época para traerlo de vuelta con una propuesta original. La violencia de Fight'N Rage se ve enriquecida por temas que en su mayoría son de heavy metal y speed metal, aunque hay secciones en las que el funk y el jazz hacen su aparición.

Parte de la escena japonesa de gaming en los 80 coincidió con el ascenso del metal y eso se traslado hacia sus videojuegos. Durante los 90, lo mismo pasó en varios países de América Latina y para muchos de nosotros se volvió común visitar las salas de Arcade mientras alguien ponía en las afueras (o incluso adentro) música de Metallica, Megadeth, Guns N’ Roses o Testament. Al escuchar cada tema en Fight'N Rage y apreciar la obra musical de Gonzalo Varela fue inevitable regresar a esos tiempos y recordarlos con una sonrisa.

Conclusión

Fight'N Rage es un buen videojuego y un increíble tributo a las raíces que vieron crecer a una generación de videojugadores. El gaming pasa por una etapa de excesos en el mainstream pero en las demás capas se mantiene el compromiso con la creatividad y con el respeto al medio como plataforma creativa. Fight'N Rage se encuentra ahí, recordando que lo primero que importa en los videojuegos es el diseño, las mecánicas y que esto resulte en buenos momentos de diversión. Sin duda, es una buena propuesta retro y un título que merece una oportunidad.