La industria pasa por una crisis de la que nadie se ha salvado. Desde los pequeños estudios hasta los grandes líderes del mercado, todos han sufrido por las oleadas de despidos, las malas prácticas laborales, así como por los ciclos de desarrollo largos y complicados, que conllevan costos de producción cada vez más elevados.
A pesar de su posición privilegiada en el sector, PlayStation no se ha salvado de estos y otros problemas que ponen en riesgo a sus desarrolladores y estudios. Después de tomar una serie de malas decisiones y hacer importantes cambios directivos, la compañía podría estar ante una crisis en 2024.
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Bailando en la cuerda floja
La llegada de PS5 y el mandato de Jim Ryan trajeron consigo un importante cambio de estrategia para PlayStation. Los últimos meses han dejado claro que parte del plan falló y que las consecuencias llegarán tarde o temprano.
Una de las primeras señales de alarma está en la hoja de ruta de PlayStation Studios. ¿Qué ofrecerán los grandes equipos de la marca en los próximos meses? Por ahora, no hay prácticamente nada confirmado. Esto resulta preocupante, ya que la compañía había acostumbrado a sus jugadores a un flujo constante de lanzamientos. Basta con recordar la era de PS4 y el inicio de la generación de PS5 para notar la diferencia con la actualidad.
Ese ritmo de lanzamientos se rompió por el cambio de dirección de Ryan y uno de sus mayores tropiezos: la apuesta por los juegos como servicio. Esta estrategia tenía todo el sentido del mundo, pero simplemente fue mal ejecutada. PlayStation quiere que sus jugadores pasen más tiempo en su ecosistema, lo que no es posible con sólo juegos single-player que carecen de componente multijugador.
No es coincidencia que God of War: Ragnarök haya recibido un modo roguelike ni que The Last of Us Part II: Remastered tenga uno igual tras la cancelación de su nuevo proyecto multijugador. Son modalidades que dan rejugabilidad a esos títulos para un jugador que, de otra forma, seguramente ya estarían juntando polvo en una estantería. Estos agregados llegaron en un momento donde es inevitable no verlos como una alternativa para alargar la vida de ciertos títulos, mientras llegan otros proyectos de PlayStation Studios.
De ahí que los juegos como servicio sean la opción obvia para la marca; sin embargo, el multijugador de The Last of Us se canceló y no se sabe qué rumbo tomarán los proyectos restantes. Lo que sí está confirmado es que Sony al final modificó su estrategia. Inicialmente tenía planeados 12 juegos como servicio, pero decidió retrasar 6 de ellos para evitar una catástrofe potencial. No obstante, el daño ya estaba hecho y los despidos fueron inevitables.
Sabemos que algunos juegos como servicio de la compañía, como Concord, llegarán este año pero, ¿lograrán sobresalir y mantenerse vigentes o simplemente irán directo al olvido? Por ahora es complicado decirlo, pero es poco probable que se conviertan en el próximo Fortnite o tengan el impacto de Palworld en su debut. También hay que tomar en cuenta que Bungie, su estudio estelar en este sector, está en crisis. Destiny 2: The Final Shape se retrasó muchos meses y reportes aseguran que Marathon podría llegar hasta 2025.
Por supuesto, los otros estudios de la marca tienen proyectos en marcha, pero una vez que sean anunciados, ¿cuánto tardarán en llegar? ¿Los third-party y los juegos como servicio serán suficientes para sustituir el sello de la marca, es decir, sus títulos para un jugador?
De acuerdo con diversos reportes, Naughty Dog, Santa Monica, London Studio y Bend Studio trabajan en nuevas IP. Se trata de una excelente noticia, pues todo indica que estos destacados equipos por fin visitarán terrenos nuevos y dejarán, al menos momentáneamente, sus franquicia estelares de lado.
Sabemos que los ciclos de desarrollo y los costos de producción están poniendo a PlayStation entre la espada y la pared. Shawn Layden, exdirectivo de la empresa, ya lo ha dicho en varias ocasiones: la industria va por un camino insostenible pues los costos de desarrollo siguen aumentando. A esto hay que agregarle los largos periodos que requiere la creación de un AAA en la actualidad. ¿Las nuevas IP tardarán aún años en llegar? Es muy probable, y eso puede convertirse en un gran problema a largo plazo.
Analistas creen que el negocio de la empresa japonesa está en riesgo debido justamente a los costos de desarrollo y producción. Así que es normal saber que Sony y PlayStation están apostando por nuevas estrategias. Con todo, un tropiezo puede ser realmente una bola de nieve y acabar en un desastre. Filtraciones recientes revelaron que Marvel’s Spider-Man 2 costó $300 MMDD, es decir, más de lo que Sony pagó para comprar Insomniac Games. Ante todo esto, ¿cuál es la alternativa para PlayStation?
Para llenar los huecos en su calendario y darles tiempo a sus estudios, la compañía ha apostado por 3 cosas: relanzamientos, exclusivos third-party y nuevo contenido de menor escala para juegos exitosos.
Todo indica que la división de juegos de Sony repetirá este plan a lo largo de 2024. Ya lanzó The Last of Us Part II Remastered y esta semana se confirmó una nueva versión de Until Dawn para PS5 y PC. Por otro lado, están confirmados exclusivo a third-party como Final Fantasy 7 Rebirth, Rise of the Ronin, Silent Hill 2, Stellar Blade, FOAMSTARS, entre otros. Por último, no se descartan más ports para PC y algún DLC para un juego reciente de PlayStation Studios, como Marvel's Spider-Man 2.
El reciente State of Play tuvo anuncios interesantes; sin embargo, no deja de ser preocupante que la mayoría de ellos aún no tienen fecha confirmada y que los grandes estudios de la marca estuvieron ausentes. El remake de Silent Hill 2 despertó bastantes dudas, mientras que Death Stranding 2: On the Beach llegará hasta 2025. Además, Hideo Kojima anunció un nuevo título de espionaje que prácticamente llegará hasta la próxima generación.
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¿Será un mal año para PlayStation?
Los problemas no acaban ahí, pues la compañía se enfrenta a una encrucijada. Está dispuesta a expandirse e ir más allá de sus consolas. Su crecimiento en PC, móviles y la nube será paulatino, pero sin duda afectará la percepción que sus fans y los jugadores en general tienen de la marca.
Kenichiro Yoshida, director general de Sony, confirmó recientemente que una de sus metas es ser multiplataforma. Al parecer van en serio, pues rumores aseguran que The Last of Us Part II, God of War: Ragnarök, Demon’s Souls, Ghost of Tsushima y Gran Turismo 7 llegarán a computadoras en 2024.
En redes sociales ya se puede leer el descontento de la comunidad, no sólo por la falta de producciones de PlayStation Studios para este año, sino también debido a que sienten que la identidad de la marca se está diluyendo cada vez. Todo a favor de una expansión que, desde la perspectiva de los negocios, sin duda es necesaria. Principalmente tras los más recientes movimientos de Xbox, que ahora tiene en sus manos todas las franquicias de Activision Blizzard.
También hay otro gran pendiente que la compañía tiene entre manos. Jim Ryan abandonará su puesto en marzo de este año y cederá su lugar a Hiroki Totoki, quien se convertirá en el nuevo jefe interino de PlayStation. ¿El directivo japonés se atreverá a cambiar la estrategia que se planteó para esta generación? ¿O la seguirá al pie de la letra pese a los evidentes riesgos?
El panorama no luce del todo bien para la marca, pues documentos filtrados tras el hackeo a Insomniac Games revelaron que posiblemente haya más despidos en el futuro. Incluso se habla del cierre de otro estudio, lo que sin duda sería un gran golpe para la marca.
No queremos ser alarmistas. La realidad es que 2024 está lejos de ser un año pésimo para los jugadores de PlayStation. Contenido hay y es bastante atractivo. Lo realmente preocupante es el silencio de la compañía respecto a sus estudios más reconocidos y proyectos, así como por la transición por la que está pasando.
¿Hasta cuándo veremos algo nuevo de Naughty Dog, Santa Monica, Guerrilla, Sucker Punch, Housemarque, Bend Studio, Team Asobi y Bluepoint? ¿Estudios como Media Molecule sobrevivirán o tendrán un futuro como el de Japan Studios y PixelOpus? Esa incertidumbre es la que preocupa a muchos fans.
Dicho esto, todo indica que 2024 es un año para que PlayStation ponga todo en orden, aclare el rumbo que tomará tras el tropiezo con los juegos como servicio y mejore la comunicación con su comunidad.
Hasta ahora, la compañía no ha desatendido a sus jugadores, pues ya tiene agendado un buen calendario de lanzamientos; sin embargo, no puede demorar mucho más en mostrar lo que sus estudios están preparando. De eso dependerá si 2024 es realmente memorable o simplemente un año más para la marca.
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