Durante el E3 2011 que se llevó a cabo en Los Ángeles, California, Chillingo nos mostró lo que tenía preparado para este año. Nos llevaron a una pequeña sala de juntas en el hotel JW Marriot y entre lo que vimos estaba Contre Jour, un juego de puzzles que con la primera impresión se quedó grabada en nuestros corazones y provocó amor a primera vista. Ahora, despues de largas semanas de espera tuvimos oportunidad de jugarlo completo.

Creado por Mokus, un estudio prácticamente desconocido, Contre Jour escaló rápidamente las listas de los más vendidos en muchos países. El juego está inspirado en El Principito, el famoso relato del escritor francés Antoine de Saint-Exupéry, sin embargo no posee argumento, simplemente te encuentras dentro de los niveles controlando al entorno con el objetivo de llevar a la luz a un pequeño ser.

Verás que hay aspectos tomados de varios títulos, uno de los más evidentes es el sistema de juego de Cut The Rope, sólo que en lugar de un dulce deberás desplazar a un personaje de un solo ojo por medio de cuerdas, elásticos, volcanes y otros elementos que te ayudarán a llegar a salvo al siguiente nivel. En cada nivel encontrarás tres elementos resplandecientes que será necesario recolectar para desbloquear el siguiente planeta. En esta primera versión hay tres, cada uno con 20 niveles, lo que suma un total de 60, cantidad algo precaria para un juego de iOS; sin embargo, Chillingo suele agregar más de manera gratuita, así que es posible que en un par de meses se sumen cuando menos otros 20.

En definitiva Contre Jour no puede jactarse de ser original o extenso, pero sí es hermoso. Si bien su aspecto gráfico posee elementos de otros juegos como World of Goo y LIMBO, la suma de estas características da como resultado un entorno único que sumado a la magnífica música crea una atmósfera intensa y reconfortante.

Contre Jour (que se traduce como contra-luz) utiliza un sistema de juego prestado pero bien ejecutado, con pocos niveles pero bien diseñados, y aunque toma elementos de otros títulos, la mezcla resulta novedosa pues además de un juego podría considerarse una experiencia estética.